31 enero, 2006

Febrero

Febrero es el único mes del año que no lo siento mes, es como un paréntesis en el año, tiene cada característica, natural u otorgada personalmente, que me hace disfrutarlo desde el 1 hasta el 28, y cuando cada 4 años deciden darme un día de feria lo disfruto más.

En febrero no pasan los días con sus 24 horas, es una continuidad de experiencias y sensaciones; desde niña (cuando aún las clases empezaban en marzo) vivía los mejores días al lado de mi familia, cuando ya empezaba a dar el sol constantemente y la playa o el río se antojaban tanto que no pasaba una semana donde no fuéramos al menos a la finca a correr entre cafetales o a construir casas secretas al margen del río.

En la época colegial se vivía febrero mejor que todo el curso lectivo, ya habían pasado los meses de descanso y en el fondo nos molestaba la espinita de querer volver a las aulas, a compartir recreos y a molestar profesores que eran más amigos que autoridad. Así pasaban las semanas, con excusas de que acabábamos de empezar para no recibir clases, contando historias de las vacaciones. El 14 de febrero en el colegio era dulce, diferente y especial; desde las 7:30 a.m. los pupitres estaban llenos de confites, chocolates y notitas, a todos por parejo; creo sinceramente que en eso radica el día, y lo recuerdo con un cariño especial.

Al entrar a la universidad topé con la suerte de entrar hasta marzo, por lo tanto volvía a vivir esos días de descanso, a saborearlos en la playa o en algún parque, a caminar toda la tarde sin rumbo, o simplemente pasar el día con la mente tranquila que no hay nada pendiente.

En febrero he tenido los mejores viajes, de los mejores momentos, las mejores experiencias compartidas con la familia o con amigos; las mejores semanas del año suelen ser en febrero, los malos momentos sólo dejan enseñanzas y durante los otros meses pienso en todo lo que pasó en febrero "como si hubiese sido ayer".

Mi año termina y comienza en este mes, decidí que mi vida iniciaría en febrero, y aunque puedan pensar que fue más decisión de mis padres al momento de concebirme, creo realmente que fue mía, por un par de días pude haber nacido en marzo, pero febrero me llamó, y decidí aceptarlo. Desde los primeros años me perdí en su sol, en sus tardes tranquilas y frescas, me perdí en los recuerdos que iba forjando con los años, cuando no tenía idea que marcarían los sentimientos de este tiempo.

Por todas esas razones hoy empiezan unos días que prometen mucho, en mi caso comienza a morir el año y pronto vendrá otro, se prestan las horas para recordar que se me va, todo lo que dejó y lo que estaba antes de llegar aquí un febrero hace algunos años. Y espero que también en el bosque se viva como se vive afuera, en la cotidianidad.

30 enero, 2006

Nunca está tan callado... I

A como va cayendo el día Don Jairo vuelve cansado de la jornada diaria, hoy fue especialmente difícil levantarse a las 4 a.m. para salir al campo, pero ese pedacito de tierra es lo único que tiene, y lo que a duras penas les da de comer.

La noche anterior estuvo sospechosamente tranquila, le habían dicho días antes que un grupo de guerrilleros se acercaba, tenían que pasar por su humilde choza en su camino a la montaña, y si él y su esposa eran los elegidos sabía lo que iba a ocurrir.

Sin embargo la noche anterior fue silenciosa, afuera sólo la luna llena iluminaba el trecho que se dibuja montaña adentro, el murmullo de las criaturas de la noche le retumbaba en la cabeza, mientras acostado en su cama no podía conciliar el sueño.

Ahora camina paciente hacia su choza, ve el humo salir de la cocina de leña, su mujer ya debe de estar terminando la cena, sólo quería llegar y abrazarla, perderse en su olor para olvidar por un momento este pensamiento que lo atormentaba desde que bajó al pueblo hace unos días.

Al abrir la puerta estaba Doña Luz sentada en una de las únicas dos sillas que tenían, su mirada decía aquello que temía

-"Por qué no me dijo viejo? Hoy llegó Juancho a decirme que pasan por aquí esta noche, y usted sabía, por qué no me dijo?"

-"No quería preocuparla" dijo con sinceridad y resignación.

Se sentaron a comer callados, este silencio pesaba más que el que había percibido Don Jairo la noche anterior, recordó que dicen que nunca oscurece tanto como cuando va a amanecer, en este caso nunca está tan callado como cuando viene el estruendo.

Al terminar Doña Luz no levantó la mesa

-"Total... si vienen no va a quedar ni una cuchara"

-"Vamos vieja, no piense en eso"

Se quedaron sentados frente a la puerta, de cuando en cuando cruzaban una mirada, un suspiro, y se veía a la luz de la canfinera una lágrima en el rostro de Doña Luz. Era preferible el silencio, si se acercaban los guerrilleros era mejor estar precavidos, al menos bajar la cabeza y tratar de rogar por sus vidas.

27 enero, 2006

Vos

Me va ganando poco a poco tu mirada, tu forma de hablar pausada, como si conocieras de todo lo necesario y como si los minutos no importaran. Me va ganando tu risa, que me sueño mientras camino por las calles en las que sé que no estás, esa risa fuerte y con presencia, que no quiero dejar escapar.

Me pierdo poco a poco en tus historias, en tus experiencias y opiniones, cuando me pintás de violeta el pensamiento y me nublás por ratos la razón. Vienes y vas, y desaparecés de mi mente, y luego algo te hace volver, te instalás en ese lugar al que pertenecés y sin embargo no creés pertenecer.

Me dejo llevar por tus palabras, por cada frase perfectamente montada que creás para mí, por ese amor que decís tenerme, por esa forma de saborear cada minuto que estás a mi lado. Te doy todo lo que tengo, porque sé que para vos no está de más.

Me cautiva tu presencia, tu sonrisa, la forma como convertís lo cotidiano en algo digno de observar, como hacés eternos los segundos y corto el tiempo en que te tengo. Me cautivás, en todo el sentido de la palabra, esas que pasamos horas tratando de explicar.

26 enero, 2006

Por qué escribo

A raíz de un comentario anónimo del post anterior y unas señales de Humo que llegaron a mí hace un par de horas, pensé que podría mencionar en poco espacio el por qué de este blog, que por cierto, creo que ya pasó el tiempo prueba en el que podía desaparecer en cualquier momento y pasó a ser un blog sólido y coherente (por supuesto, en la medida de lo posible para no rajar).

En un principio nació de una necesidad de ser escuchada (en este caso leída), donde quien quisiera leer leyera y quien no, podía salir o pasar al blog siguiente, sin problema alguno. Decir esas cosas que, como mencioné en un
post anterior, no puedo decir siempre, ni con toda la gente y que es necesario que encuentren un lugar donde salir y quedar plasmadas.

Soy de las personas que cree que todas las intenciones van evolucionando de alguna forma, para bien o para mal, pero que, como nosotros mismos muchas veces, no se quedan estancadas siendo siempre lo que fueron al inicio; en el caso de este blog así es.

De ser un escaparate de ideas guardadas pasó a ser un lugar de expresión total, donde esa persona que agonizaba dentro de mí por varias razones encontró un segundo aliento, y ahora anda campante por la vida aprovechando que le dieron oportunidad de ser de nuevo lo que había sido hace unos años.

Evidentemente no escribo por escribir, eso ya me toca hacerlo muy seguido al presentar algunos trabajos de la universidad, aquí escribo lo que pienso, lo que me viene a la mente, sin importar si es personal, inventado o visto por ahí, las cosas que voy aprendiendo día a día y no necesariamente en un aula, si no en la vida.

Escribir me permite descubrir también un poco de mí misma, me deja ser mediante palabras todo lo que quiera ser, sin limitaciones, me permite volver a lo básico y me permite imaginar, sacar a la luz lo mejor, o lo peor en el caso de quienes no les gusta, de mí misma.

Un día de estos una amiga me dijo que por qué a veces no aceptaba mi humanidad, con eso se refería a que somos humanos y tenemos que sentir, más aún, tenemos que permitirnos sentir. Tal vez no se lo permita a la que está fuera, a la que pone la cara y las palabras muchas veces, pero a esta que escribe aquí, a Ana se le permite, se le acepta y se le aplaude. Una de las razones más de escribir en este blog.

Como le he dicho a un par de personas, esto no tiene pretensiones literarias de ningún tipo, con que entiendan y en algunos casos compartan lo que pienso es suficiente, muchos recordarán algo relacionado con sus vidas o sus experiencias, y dejarán un comentario compartiendo lo que pensaron, lo que me hace también conocerlos un poco. Algunos pensarán en algo completamente diferente a lo que pensé cuando lo escribí y así me complementarán desde su manera, lo que hace más interesante el post.

A final de cuentas este blog y los comentarios que se dejan aquí me enseñan, de mí misma, de mis experiencias y las de otros, de los puntos de vista de los demás y de lo que nos rodea. Y sí logra algo parecido en las personas que se toman su tiempo para visitarlo el único objetivo de este espacio está logrado.

25 enero, 2006

Forma de vivir

Ayer iba en el bus como a las 8:30 p.m., en una de las paradas estaban 3 señoras mayores esperando, el bus paró y ellas se montaron, la más joven (aparentemente) ayudó a subirse a las otras 2 y entregó los tiquetes de las 3; se bajaron unas cuantas paradas después con un amable "Que Dios lo bendiga" para el chofer.

El bus se alejó, y al verlas por la ventana pensé en sus historias, en que puede ser que vengan de una tarde de amigas, platicando de sus vidas, que se conocen hace años y tienen una amistad sólida.

Tal vez les falta alguna que ya partió, pero vive siempre en sus corazones; disfrutaron de una reunión llena de risas y anécdotas, y que en esas reuniones, como en el último bosque, no acecha la añoranza, porque sus vidas han estado llenas.

Y quize llegar a ser como ellas, vivir plena hasta los últimos años de la vida, disfrutar cada minuto y recordar lo vivido con felicidad y no con la tristeza de que se ha ido.

Llegó el bus a la última parada y los pensamientos se interrumpieron, consideré que la vida de ellas pudo haber sido muy diferente a la que imaginé, pero no importa, porque me inspiraron una forma de vivir.

24 enero, 2006

El medio día en San José

Plaza Avenida. 1:00 p.m.

Mientras almuerzo una tienda del primer piso me receta una buena dosis de reggae, el cual me transporta al Caribe, y de nuevo me veo llena de evocaciones y recuerdos.


San José en días de compras escolares

Miles de madres vueltas locas con lista de útiles en una mano y todos los chiquitos en la otra. En el hombro descansa uno de esos bolsos que cuentan con todo lo necesario para cualquier antojo, emergencia, berrinche, clima o cambio de planes.

Del otro lado de la moneda, los niños agotados sin entender por qué mamá les compra el cuaderno con portada café si ellos quieren uno de Bob Esponja

-"Es que están muy caros, y si te compro a vos tengo que comprarle a todos, entendé"

Y el niño sigue sin entender.


De vuelta al lugar de almuerzo

En el televisor las noticias y somos la minoría quienes escuchamos, a quién se le habrá ocurrido que la hora para atormentarnos con la realidad tenía que ser la misma en que nos sentamos con cierta serenidad a consumir alimentos?

Varias personas almorzando solas, los que no manejan la soledad dirían que es lo peor, comparable únicamente con ir al cine solo; yo disfruto de los dos y por lo tanto creo que realmente la soledad no me incomoda.


La música de la tienda cambia.... y me saca del ensueño.

23 enero, 2006

Paredes

*Para un niño de 15

En este bosque hay infinidad de paredes (pues sí, paredes en el último bosque sí aplican), están las
paredes que emiten comunicados, que sin duda son necesarias y valoradas; están las paredes que evitan la inundación del bosque, que a pesar de estar ahí muchas veces se construyen con la única esperanza de que sean derribadas.

También están las paredes que pone la vida, con las que uno choca sin darse cuenta al caminar campante por el mundo, y por último hay paredes gigantes, infranqueables, que no nos permiten ingresar a otros bosques, las cuales son difíciles de aceptar. Esta pared es, al mismo tiempo, la pared que evita la inundación vista desde fuera.

Las personas que se acercan al bosque suelen odiar la pared, evitan su construcción (aunque a veces vale la pena ser precavidos), motivan su destrucción y ruegan por tener una manera fácil de ingresar.

Sin embargo hoy no fue así, hoy por primera vez me pidieron que la construyera (a pesar de que se había cancelado la construcción), que hiciera una pared grande y la pintara de colores, y que después de pintada la llenara de dibujos hechos sólo para él, con recuerdos forjados a través de este tiempo, con los que han estado y los que vendrán.

Y hoy esa pared sinónimo de distancia emocional pasó a ser escaparate de emociones y recuerdos. Ahora en este bosque se construirán paredes no para dividir o evitar el paso, si no para ser llenadas de palabras, colores, trazos, recuerdos y esperanza, para ser llenada de arte.

Por lo tanto, quien desee su pared en el último bosque será bienvenida la construcción de la misma, al lado de esa pared grande que hizo la diferencia.

Palabras

Soy palabra
y la palabra me crea,
soy palabra
y como palabras.

Sueño palabras,
vivo palabras,
son en función de mí como yo de ellas.

Soy palabras,
mil palabras,
que salen de la boca
o mueren en la mente.

Me callan las palabras
y mi silencio son palabras.
Por palabras seguiré viviendo,
por palabras tal vez moriré.

22 enero, 2006

Algunas anotaciones

Me puse a sacar cuentas de cuanta plata he dejado en el Jazz estos últimos meses y mejor dejé de pensar, entre los conciertos de Malpaís, Cantoamérica y el Ensamble Étnico prácticamente paso metida ahí. Lo bueno es que es inversión y no gasto, y en ese momento se me tranquiliza la conciencia ahorrativa que está tan dejada de lado últimamente.

Como no se podía pasar el detalle de que si este concierto de Malpaís sería agregado a las
estadísticas que muy amablemente Marcelo hizo, les cuento, fue agregado! Y lo pensé, pero como ya da lo mismo y hay cosas más importantes en que pensar fue normal una noticia de ese tipo.

Descubrí una nueva molestia, estar en el concierto viéndolos tocar una canción, sentirse tan en el momento que todo parece que va dejando de importar, se deja de escuchar el sonido ambiente y solo se oye el violín o el piano con una voz de fondo y el momento se va convirtiendo en El Momento de la noche... pero pasa el mesero en frente de uno o alguien decide que es el segundo indicado para contarle de que van a tocar en tal lado. Me explico, no tengo nada en contra de lo último, me parece perfecto que lo tengan informado a uno, pero en ese momento no, porque se termina la magia.

Según tengo entendido (y con este me refiero a que me contaron que les contaron) para el concierto de ayer había una lista de espera de 50 personas, si tienen el dato correcto y corroborado se agradece la aclaración, pero aún si no fuera exactamente 50 personas, me parece increíble (aunque lo que a veces me parece increíble es que no los aprecien lo suficiente) la cantidad de gente que Malpaís está convocando.

Y por último, cada vez me convenzo más que el
Papaya Fest será todo un éxito, y a pesar de haber ido a un concierto ayer, no puedo esperar el concierto de clausura que dará tantas horas de música.

20 enero, 2006

Más y más Caribe

Inspirada completamente por las anécdotas de Humo y su reciente viaje al Caribe, que gracias a la constante mención de dicha región de nuestro país no puedo sacarme de la cabeza el reggae en las calles, el sabor del paty y ver la espuma blanca del mar bajo los almendros.


El viaje anterior a este fue planeado de la mejor manera, una tarde hablando de las ganas de ir a la playa y sin decisión de adonde ir, solución: abrir el directorio en la parte de Cabinas y llamar a cualquier lado del país, se valía de todo, el más barato gana; a la segunda llamada teníamos la mejor opción y sabíamos que no había que buscar más, sin previa experiencia de ninguno de los 5 involucrados en la zona nos montamos en el bus respectivo esperando solo lo mejor.

Así fue, creo que después de ese viaje se declaró que el destino de ahora en adelante sería el Caribe (con excepción de los viajes a Malpaís), porque creo realmente que en este caso aplica eso de que una vez que se prueba no se puede dejar, y es la mejor definición que puedo encontrar.


Este último viaje me hizo sentir por momentos extraña en mi propia tierra, en el bus de vuelta éramos contados los ticos, y lo raro era oír a alguien hablando español, y si hablaban costaba oír ese acento que nos caracteriza (que por cierto en estos casos se nota más). Y tomando también en cuenta las particularidades de la región caribeña, tan diferente al resto del país.

Del Caribe me llama su gente, su cultura, su historia; el ver a esa región que suelen identificar como insegura y subdesarrollada a la par de nuestro "desarrollo" capitalino convertida en una vitrina de costumbres y diversidad. Una región que enfrenta el abandono de muchos años con la frente en alto, y que no sucumbe ante las imposiciones de la sociedad costarricense.

En este último viaje nos dedicamos a buscar a Mr. Ferguson, con Babylon en mano y puesto cada 5 minutos en el discman sentíamos que era necesario al menos agradecerle, y hacerle saber que a pesar de la distancia y las diferencias, su música nos llena y nos hace felices.

Y con un objetivo en mente, una de las involucradas en el viaje se encargó de preguntar a cualquiera que pudiera darnos una pista del paradero de Mr. Gavitt, de camino a Puerto Viejo en el bus, al dueño de una tienda que tenía de fondo Cabin in the water que fue quien nos dijo así de simple:

-"Claro, siempre está en Sol y Mar, es más, en este momento tiene que estar ahí"

Él estuvo siempre ahí, donde pasamos mínimo 5 veces cada día de camino a la playa, donde vimos desayunando a Manuel Monestel en el viaje anterior, y por una ignorancia no necesariamente a gusto propio lo habíamos tachado del lugar. Y entendí como a veces por esa ignorancia no pedida se pierden tantas cosas, como pasa con su música.

Debajo del aguacero torrencial, producto del frente frío de esos días, caminamos hacia Sol y Mar, ahí estaba él, sentado en una mesa solo frente al televisor con una sonrisa en su cara, lo que los visitantes de este bosque no imaginan (así como los 6 ojos que lo andaban buscando tampoco lo imaginaron) era lo que estaba viendo Mr. Ferguson, nada más y nada menos que Rebelde (les dejó el link para los que afortunadamente no saben de que estoy hablando).

Gracias a las circunstancias de la hora (Sol y Mar solo sirve desayunos, y eran como las 7 p.m.) tuvimos que esperar al día siguiente para dar por concluida nuestra búsqueda, sin embargo en la mañana Mr. Ferguson no estaba ahí, y terminamos en el portón de la casa (que está a la par de la tienda parte de Sol y Mar) saludándolo desde afuera; amablemente se levantó y habló con nosotras, acerca de su ceguera, de sus canciones, de su vejez y del restaurante de su familia en el que estábamos desayunando.

*Vista de la entrada al Parque Nacional dentro de Sol y Mar

En fin, de todo lo que es el Caribe falta mucho, y como siempre se queda queriendo más, estoy en planes de escaparme otro fin de semana, y disfrutar de todo lo que me puede dar.

19 enero, 2006

Unos ojos que han llorado

"Es cierto que los refugiados estamos hechos de lágrimas, pero también es cierto que el mundo se ve más claro a través de unos ojos que han llorado"
Refugiada colombiana en Ecuador


Retomo el tema de los refugiados, no solo por las miles de reflexiones a las que me lleva este tema, si no también porque se ha vuelto tema diario para mí y es imposible apartar la cabeza de algo así al salir de la oficina o al terminar una visita.

Hoy realizamos las primeras visitas a proyectos microempresariales que están realizando los refugiados, debido a su condición uno sabe que se puede encontrar desde la persona más estudiada y de una clase social alta hasta las personas más humildes, simplemente cuando llegan al país de asilo ninguno es más que otro, y todo lo que tenían ahora es parte del pasado.

A través de estos días nos hemos dado cuenta de otra realidad, una que va más allá de las historias de como han huido, y es como quieren salir adelante y como ponen todo su empeño en hacerlo, a pesar de las circunstancias; están quienes han recibido microcréditos y han logrado salir adelante, quienes han fracasado, y quienes están tratando de salvar su proyecto.

Entonces me quedo pensando, no todo tiene que ser malo, y esta experiencia no tiene porque necesitar
curita, todo lo contrario, necesita discernimiento y disposición para aprender de ellos, de sus experiencias y sus ganas, contagiarse un poco de ese espíritu de lucha y hacer de uno mismo una mejor persona.


*Tengo que dar unas capacitaciones a emprendedores que son posibles beneficiarios del programa de microcrédito, basadas principalmente en la motivación, y ahora me pregunto si no irá a ser una retroalimentación, y ellos nos motiven también a nosotras.

18 enero, 2006

En el último bosque

Ana en un punto estratégico del río que cruza el último bosque, viendo por un momento el horizonte, la brisa fría mueve algunas ramas, ahora ve el río y teme lo peor.

"Necesito ladrillos, no no, grandes bloques de piedra, eso es, tiene que ser al pie de la colina, tiene que ser pronto, porque esta brisa lo anuncia... viene con fuerza"

Camina, piensa, calcula y se da cuenta que necesita ayuda, sin embargo hay momentos en los que el último bosque permanece vacío y abrazado a su presencia.

"Está bien, lo acepto, te necesito, estás rondando por aquí y sabés que sin vos no puedo... es que quién entiende esto? Sos el único que me puede ayudar a salvarme de vos"

Aparece imponente al pie de la colina, con una sonrisa casi genuina, Ana retrocede unos pasos y habla bajo para no ser oída.

"Bueno, en teoría es cierto que sin él no puedo, o en todo caso me tomaría más tiempo que el que tengo, porque de poder puedo, eso sí!! Pero no, tiene que estar aquí, tiene que ayudarme a levantar esta pared, que conozca cada centímetro, que conozca las fortalezas y las debilidades, para que la derribe cuando quiera..."

Se quedó inmóvil, pensó en lo que había dicho, pensó corregirse, explicarse, recapacitar... decidió aceptar.

Media vuelta y estaba ahí, con su paz casi real, con su cariño casi honesto y con una que otra característica que a pesar de no ser propia de él, Ana veía.

"Estás aquí, era hora no? Pretendías esperar más, más ruegos, más invitaciones, más gritos, más verme sumida en desesperación? Ah? Respondé!!... Con vos no se puede, a lo que vinimos"

Él sonrió, agarró su mano y caminó. Se levanto la pared, al pie de la colina, con bases sólidas, con grandes bloques de piedra, perfecta para cualquiera, imperfecta para ella.

"Es inevitable, lo sé, llegarás con toda tu fuerza, con toda tu energía e inundarás el último bosque; tardará meses, tal vez años, en recuperarse. Traerás agua que ahora necesito, pero solo me ahogarás, te conozco, así sos, así sos cuando estoy yo"

Él entrecerró los ojos y movió lentamente su cabeza hacia un lado, levantó un hombro, dio vuelta y se marchó.

16 enero, 2006

A propósito de los blogs

*Este post al principio iba a tener una intención completamente diferente, y me di cuenta que ya la realidad cumple con su cuota, así que mejor dar algo más.


Con un corto tiempo de estar en esto me he dado cuenta de un par de cosas, pero hay una en especial que me ha llamado la atención, no porque sea nuevo para mí, si no porque me reforzó algo que ya pensaba.

Lo digo sin reservas y sin miedo de herir susceptibilidades de algunas personas, muchos de los amigos más importantes que he tenido los he conocido por medio de Internet, y han pasado de esa categoría de “amigos en línea” a amigos de vida, de siempre, y que aunque algunos no están cerca físicamente se sienten más cercanos que muchos de los que están todos los días al lado.

¿Una razón? Creo que me permiten ser yo misma, más importante aún, me permito ser yo misma con ellos, son tantos los lugares donde hay que ser (aunque no se quiera) de tal forma o que hay que actuar de tal otra por respetar los principios de sociedad y tratar de no imponernos o traspasar límites que no nos corresponden.

En un medio como este, que nos permite ser lo que queramos, decidimos ser nosotros mismos, tal vez no esa que da la cara en la reunión, o en la clase, a veces ni esa que se sienta a reír con sus amigos, si no esa persona que es reflejo de lo que somos realmente o de lo que quisiéramos ser.

(Antes de algún tipo de queja aviso, no aplica para todos)

Tampoco significa que siempre sea falsa, y que no me permita ser cuando estoy con la gente cara a cara, para nada, simplemente hay cosas que cuestan más que salgan, que se demuestren, sin embargo aquí se me permite lo que sea, me permito lo que sea.

A raíz de esto podría sacar como conclusión que la falsedad en la que se vive diariamente, el aparentar y las máscaras que lleva siempre la gente nos conduce a este tipo de salidas, sin embargo hoy lo voy a dejar como una función interna, y ya que lo disfruto tanto me llevaré el crédito de esto, por supuesto que sin dejar de lado a la gente que ha estado aquí, como amigos, como colaboradores o como simples espectadores.

15 enero, 2006

Curiosidades polí-ticas

*El payaso animando a los niños

-"A ver chiquitillos, ¿Cuáles son los colores del partido?"
-"Morado", grita un niño con muchas ganas.
-"NO, ese no, de nuevo, ¿Cuáles son los colores del partido?"
-"Café", grita otro sin miedo a la cara de desesperación del payaso.
-"Noooo... son negro y blanco, repitan, negrooo y blancooo"
-"Negrooo y blancooo"

Y el payaso pudo, por fin, respirar tranquilo.


*Los niños con el apellido del candidato escrito en la carita
-"Pasen al pinta caritaasss"


*En el fondo un merengue, luego una cumbia, el candidato bailando al ritmo de los sonidos que provienen del parlante, Ana para sus adentros:
-"Espero que no tenga un deseo oculto de ser bailarín"

11 enero, 2006

Historias de cines

Hoy me dejaron salir al medio día, tenía horas por delante sin planes para llenarlas (lo cual no me desvela porque así suelen ser, pero si me las habían dado libres y aún así las contarán dentro de las 300 horas tenía que hacer algo).

Lo primero que pensé fue que era miércoles, claro, día de cine. El miércoles fue el día de cine como por 6 meses hace unos años, una amiga y yo aprovechábamos lo poco que podíamos vernos como excusa para ir todas las semanas al cine, tengo que aceptar que se acaban pronto las buenas películas si vas una vez a la semana, pero total, la intención era otra.

Mi invitación fue rechazada, y pensando que no tenía ganas ni dinero suficiente para ir a sentarme sola al cine desistí del plan del día. Fui a San José a comprar unas cosas que necesitaba y luego caminé hacia la parada de bus; al pasar por el Variedades (que se ha vuelto lugar de recuerdos específicos gracias a que no suelo ir ahí) vi la hoja humildemente impresa

ENTRADA GENERAL
500 COLONES

Como caído del cielo, faltaban 10 minutos para que empezara la película, no había fila ni para comprar la entrada ni para entrar, no lo dude ni un minuto y entré.

A los 20 minutos empezaron las historias de cine, al lado estaban sentadas unas personas que con cada pequeño detalle imaginaban la trama con todo y finales alternativos, en otras películas me molesta porque puede que me den pistas, en esta me molestaba porque sabía que no tenían razón.

-"Que ya me leí el libro y eso no pasa, callados y dejen que lo cuente el director que para eso le pagaron"

Solo lo pensé.

En ese momento me aparté un segundo de la película y recordé las cosas más raras que me ha tocado ver en un cine, como cuando en una ciudad de México la gente le gritaba a la pantalla y le hablaba a los personajes, no lo podía creer.

-"Pero como le vas a dar un beso si no te merece?"
-"Esa chava es una cualquiera, aléjate de ella"

En otra ciudad pararon la película (que era de suspenso) en la mejor parte, prendieron las luces y la gente empezó a salir

-"Ana qué es esto? Ya se terminó?"
-"Yo que sé, me ves cara de mexicana, sé tanto como vos"
-"Pero la película está a medio palo"
-"Diay... parece en un intermedio"
-"Di, quedémonos aquí y si nos echan les pedimos la plata de vuelta"

Era un intermedio, la gente volvió con su refill de palomitas y refresco, con la vejiga vacía y con más ganas de gritarle a la chiquita que corriera del papá porque la iba a matar (sí, también gritaban!!).

Un año estábamos un 1 de enero en el cine a las 2 pm viendo el Señor de los Anillos, empieza la película y se va la luz, pasan 5, 10 minutos a oscuras, en un cine a oscuras, al rato se prenden la luces guías en el pasillo, la gente se altera, grita, se queja y se va del cine indignada (por qué?? tiene la culpa el cine de que se vaya la luz a cada rato??). Esperamos media hora y empezó la película, total, que me atrasa un 1 de enero?

Hablo de las 5 horas de fila que hice para ver una película? Creo que eso le toca a otro que se refiera a mí como "esas personas en el cine que no entiendo".

Hoy decidí que ir al cine es toda una experiencia, y que hay muchas veces que es más interesante ver lo que hace la gente que la película en sí.

10 enero, 2006

Una curita en el alma

El día que descubrí que Mafalda iba a ser una de mis obsesiones fue cuando sentí que explicó eso que no sabía con exactitud que era.

Hace ya bastantes años (con base en mi edad para no exagerar) abrí La Nación como cualquier mañana, al pasar las páginas llenas de noticias complicadas o simples llegué a las caricaturas y fijé mis ojos únicamente en la de Mafalda, ahí estaba ella frente al botiquín con una curita en la mano, preguntándose seriamente como hacía para ponérsela en el alma. Eso mismo Mafala, ¿cómo ponerse eso en el alma?

Ayer me tocó empezar una capacitación que llevará a un mes de trabajar con refugiados en nuestro país, y al llegar a mi casa quería, al igual que Mafalda, pararme frente al botiquín y pensar que era posible, de alguna forma que aún no he descubierto, ponerme una curita en el alma.

Sin embargo, como le dije a un buen amigo, el saber que hay gente interesada y comprometida con esos a los que han despojado de tanto da esperanzas, además, ser parte (aunque sea mínima) de cualquier ayuda cierra un poco la herida.

Ese fue el primero de varios días, así que debería empezar a buscarnos una respuesta (a Mafalda y a mí), de cómo ponerse la curita en el alma, alguna idea?

07 enero, 2006

Mucho gusto

Sentado esperando, viviendo expectante, siendo parte de un lugar que le pertenece más de lo que él pertenece a ese lugar.

En su cabeza música e historias, poesía y melodías que inspiran el retorno a las raíces, a lo que hace años fue y ya no será jamás. Un sabor en los labios que no se sentirá más, callaloo.

-"Los de San José quieren que toque más, pero ya yo estoy muy viejo"

Porque ellos provienen de allá y él solo es de aquí.

Sus ojos van perdiendo la nitidez, sobre ellos una capa que nubla la vista pero no la razón.

Hubo más saludos a su pueblo que minutos compartidos, él es parte de todos y deja en todo una parte de él.

Su sonrisa parece tatuada, no es una sonrisa visible, es una sonrisa en el alma. A pesar de los años y del cansancio se levantará con dificultad a brindar con un saludo a quien pase.

-"Mi nombre es Wálter"

Mucho gusto Mr. Gavitt, sinceramente.

*Foto tomada de aquí

03 enero, 2006

"Espejo donde se mira el sol...

... de arena y de mar,
Playa Cahuita en su esplendor
vibra de calor.

Pa´que se vayan todas las penas
de esta vida que no da tregua,
pa´que lavadas en sol y arena
renazcan flores y esperanzas"

Me voy para Cahuita, aprovechando los pocos días de vacaciones que me quedan.

02 enero, 2006

Pintas

Es clásico de todos los principios de año oír a la gente hablar de las pintas, los diálogos en el bus suelen ser todos por la misma línea:

-"Ay viste que lindo día?"

-"Es que hoy pinta a febrero"

-"Ayer estuvo muy feo el clima, seguro así va a estar enero, nubladito"

Eso es en todo lado, las señoras que caminan en el polideportivo, las que van a donde el chino a comprar el mandado, las que se encuentran en media calle y se desean Feliz Año. Los señores sentados en el parque, cuando saludan al de los periódicos y hablando con el autobusero o con el taxista.

Al menos a mí no me ha tocado escuchar a gente de mi edad hablando de eso, o es que no nos interesa o que la verdad no creemos que eso sea posible, porque digamos que esa es mi posición, y menos ahora con el clima tan cambiante y con una temporada de huracanes que dejó a más de un meteorólogo viendo para el ciprés.

Pero me pregunté ayer si eso de las pintas aplicará en el ámbito personal, si hoy me levanté de buen humor quiere decir que pasaré febrero de buen humor, o si mañana no salgo en todo el día quiere decir que en marzo no habrá donde ir, o mejor aún, que entonces en abril, mayo, junio y julio voy a vivir en la playa. Cuando llegué a ese punto me pareció aún más ridícula la idea esa de las pintas, personal y meteorológicamente.

Pero si así fuera, ni enero ni febrero pintan bien para mí, creo que nunca me había tocado empezar un año enferma, ahora me doy cuenta que el estar en media calle a la 1 a.m. viendo como estallan pólvora no es buena idea, y que si cuando uno estaba pequeño andaban las madres correteándolo con el suéter es por algo (y no de esas cosas que si hace muecas se le va a quedar la cara así).

En fin, mi dos primeros días del año se han visto llenos de pañuelos, suéter (sin importar si hace calor afuera), estornudos, dolores de cabeza, té antigripal y jugo de naranja (gracias a eso de no recurrir a las pastillas porque me despiertan otras enfermedades). Esperemos que no sea un presagio.