25 diciembre, 2007

Supongo que siempre tiene que haber una primera vez, y entonces el recuerdo quedará para años venideros donde en una cascada de recuerdos se pregunte una voz interna cuál ha sido la más triste, la más llena de lágrimas, la más cargada de pasado y nada de presente.

Supongo que tenía que pasar, entonces amanecería el día completamente gris y lleno de lluvia, frío y viento; querría uno no levantarse jamás de la cama con ese pretexto cuando en realidad no encuentra uno alguna otra buena razón... Buenas razones he pedido, pero es que no lo entienden.
Supongo que así es, por lo tanto era momento de aceptar una humanidad que a veces se le pierde entre adornos genéricos de plástico en gamas de colores rojos o verdes y un olor a ciprés que en algún lado que no es este ya se pone amarillento.

Supongo que nadie escribió nunca que era ley con castigo de muerte sonreír durante toda una noche y el día que le sigue, o al menos que la sonrisa debía ser sincera. Casi todos sonreían pero ahí los ojos hinchados de llorar no habían desaparecido. Pocos habían querido levantarse, muchos fueron empujados por algo que no sé que fue.

Supongo que son días como cualquier otro y pasan más rápido de lo que parece...

01 diciembre, 2007

Todo en las tijeras

A veces me despierto (no del sueño físico de todas las noches si no más del sueño mental, de la ceguera temporal) y me bailan en los ojos las cosas que daba por sentadas; las cosas, las personas, las palabras, las imágenes, los colores... me baila en los ojos la vida que nunca había visto.

Se me aparecen de frente las tijeras, que nunca fueron más que tijeras... tijeras, la palabra no me dice más.

Pero las tijeras cortan esos hilos que ahora son sólo un nudo que no deja avanzar el telar, cortan las páginas llenas de palabras que fueron mentira y cortan ese papel al que le dejo cicatrices que resultan hermosas siluetas...

Hoy unas tijeras cortaron todo ese pelo que sólo me ataba al pasado, cortaron la impresión de que todo pertenecía a sus manos, ayudaron a terminar con tanta monotonía del negro oscuro de mi cabello para pasar a ser movimiento y color.

Sí, hoy estoy renaciendo y ya no me ata la espera de un futuro que sólo quería que fuera como el pasado. Hay cosas hermosísimas afuera y algunas salen de mis manos.

26 noviembre, 2007

Buscando entre palabras propias y ajenas (a ver si algunas hacen eco en este momento)

Un día de enero del año pasado le dije a Sirena que había que buscar ese lugar "donde nos burlemos de las lluvias con la certeza de que no han llegado para quedarse". En su caso era verano, eso me respondió... yo apenas empiezo a ver últimamente unos días de sol pero sólo afuera, de la ventana para afuera, tapados por la cortina para que no irrite los ojos hinchados de tanta lluvia de la ventana para adentro.

Me venía cuestionando que por qué poner todo esto aquí y dejar que se conviertera mi bosque en todo lo que parece últimamente: en un lamento, en las heridas abiertísimas, en las palabras amargas, en los sueños rotos y en los pedazos que aún no logro encontrar... menos pegar.

Y es que, si no es aquí ¿dónde?. A mí se me había olvidado qué era esto, se me olvidó porque había llamado a este lugar como se llama y lo más importante, había olvidado porque lo necesitaba en un principio. Lo hago todo por mí, porque lo necesito, porque las palabras no tienen que sonar como quiero, sólo tienen que salir.

Tengo el alma hecha un puño al lado derecho del pecho, no me pregunten por qué... es ahí donde siento que aprieta más.



Como recordatorio para mí misma:

El ultimo bosque: el lugar del cobijo, donde las sombras nos sugieran la utopía del sol que se colará por las copas y nos calentará algún mediodía, donde nos burlemos de las lluvias con la certeza de que no han llegado para quedarse, donde habrá techo para todos, donde nadie dejará de guarecerse, donde la geografía sea más solidaria que temerosa. El lugar de la compasión, el lugar de la añoranza.

21 noviembre, 2007




Resulta que tal vez sos como la enfermedad que
en silencio
no queremos que se vaya


para tener una
buena
excusa para permanecer todo el día en cama






La foto es Robert, su fotoblog aquí

18 noviembre, 2007

Reloj

Es que ser un reloj debe de resultar fatal, dando la hora todo el tiempo sin poder dejarla atrás.

Ser un reloj cuerdo, de cuerda, mecánico... y cuando ellos, los relojes, deciden suicidarse parando la marcha; vamos nosotros de ingratos a comprarles otra vida que no deseaban.

16 noviembre, 2007

Habrá vacante

No precisamente dejaste una vacante, es más bien que saliste un día y decidiste no regresar.

Ahora tengo un espacio lleno de todo pero vacío de vos.

Tendré entonces que desalojarte, sacar tus cosas a la calle y limpiar los rincones impregnados de tus caricias.

Pintar de colores las paredes y poner cortinas nuevas, cambiar los muebles de lugar.

Y si me sobra un día entre tantos números y diseños podría abrir las ventanas, dejar que entre aire nuevo y al final del día cerrar la puerta esperando que venga alguien a ese hermoso espacio nuevo.



El canto que sirvió de inspiración

12 noviembre, 2007

Todo lo que parece un final y es en realidad un principio

Aunque el principio del telar sea hilar e hilar los hilos, cambiar de puntadas y cambiar de hilos, seguir la secuencia hasta llegar al final... aunque el principio sea llevar el hilo y no perderlo hasta la última puntada no hay que olvidar cortarlo cuando sea necesario, tener unas tijeras a mano y si es necesario llamar a otras manos que puedan ayudar.

A pesar de que el corte del hilo parezca el final es sólo el inicio y aunque parezca que la última puntada es la conclusión, esto sólo lleva a miles de puntadas y miles de hilos en cientos de telares que aún no logro descubrir.





Yo ahora no me siento concluyente, pero los finales llegan sin pedirlos y sin darnos cuenta.

31 octubre, 2007

Pensamiento de un día como hoy...

... sea lo que sea


La comodidad descubrió un día que el disfraz del amor le quedaba bien,
desde ese momento se divierte montones paseándose por ahí vestida de amor



28 octubre, 2007

Lo realmente díficil no es dejarte, es no tener tiempo ni para llorarte




La foto del sauce es de aquí

25 octubre, 2007

Reingeniería




“la reconcepción fundamental y el rediseño radical de los procesos más básicos, con el objetivo de sacarte de mis poros"




14 septiembre, 2007

Me cuesta menos decir...

Hay cosas que cuestan afirmar, que me cuestan afirmar. No sé por qué decir o pensar que todo todo está bien y no podría estar mejor es una de esas. Es alguna clase de reflejo buscar siempre alguna cosita, alguna basurita en el ojo que no me deje ver que todo es maravilloso y que el camino está lindo, bien hecho y que lleva a un lugar hermoso. A veces se me ocurre que es no resultar conformista pero la mayoría me suena a puro pesimismo.

¿Será que se siente mejor hablar de las penas, de lo que pesa y se debe resolver?, ¿será más material de conversación para una tarde que llueve mucho y uno se refugia en un café? La verdad no me parece, pero siempre existe la posibilidad de haberse acostumbrado a la dinámica y de ahí todo suena igual.

Ya van muchos días que lo he estado pensando y me cuesta menos decirlo: estoy completa, llenísima de lo más bello y se me escapa en sonrisas. No digo que a veces no aparezcan detallitos, pero tienen la amabilidad de no asustar más de la cuenta y desaparecer rápidamente.

Tal vez vivir así cansa: tantas cosas, emociones, lágrimas de felicidad de vez en cuando, tanto por aprender y por hacer; y estoy cansada pero de alguna forma todo cae en su lugar y al final del día el cansancio resulta satisfactorio. Al final del día encuentro menos quejas que en cualquier otro momento pasado.


Mis días los llenan muchos planes, palabras escritas y de vez en cuando dichas, imágenes hermosas que se me dibujan en la cabeza buscando espacio para salir en algún proyecto. De pronto me veo en una realidad que había planeado y nunca había hecho mucho para traerla a la realidad... me sorprende lo cerca que estaba de mis manos.

Mis días se llenan de miradas hermosas y de unas manos morenas que se enredan en mi pelo. Detalles que llevan ya casi un año de ser parte de mis días y de hacerme crecer con todas las cosas vividas. Y también me cuesta menos afirmarle que me llena de la felicidad más nueva que he sentido; que poco a poco (como realmente tiene que ser) todo lo vamos a acomodando y que empiezan a pintarse formas hermosas de todos los colores.

La cara nueva del blog era un paso, lo refleja casi todo y faltaban las palabras... pero ya están aquí.


La foto es de acá

02 septiembre, 2007

Al final... gracias

Me puedo sentar a hacer un recuento de los errores que he cometido, acordarme de muchas cosas y clasificarlas como errores. Pintarles la esquinita de color, dejarlos archivados en un puño de papeles que puede ser grande; pero la esperanza es que con los años se haga más pequeño, menos frecuente. Y si no es así al menos que sean menos errores repetidos; esos que terminan engrapados junto con otros, esos que son un gran montón de papeles que resumen el mismo error cometido diferente.

Pero también pienso en los errores que no cometí, que ahora puedo decir que iban a ser errores; no lo fueron por decisión mía, por decisión de algo más o en algunas ocasiones, por decisión de alguien más....

Por eso hoy te agradezco no haberme dejado hacerte lo único que podrías haber sido: un error

29 agosto, 2007

Miedo

A la palabra miedo no hay que definirla; una vez que se ha sentido, la sola aparición de esas 5 letras llevan a la definición interna... a la estela de sensación que cada miedo ha dejado.

Cuando se conoce el miedo, cuando se entiende la vulnerabilidad de todo (en especial nosotros mismos) cualquier acontecimiento es condicionado por él. Por el miedo al miedo, por el miedo al miedo hecho realidad, por el miedo a lo que no se hizo y por el miedo a lo que tal vez vendrá.

Hay miedos que no cuajan nunca, que se quedan líquidos y se filtran en la mente... después no hay nada de que preocuparse.




Nota: Pensando nada más, que nadie sea presa del miedo...

27 agosto, 2007

Yo extraño...

Me gustan no sólo mis archivos, sino también los de ellos... Los de todos. Me gusta leer palabras que hacen prenderse una llamita pequeñita que tiene la misma calidez que tuvo en ese momento.
Por eso me gustan las palabras, porque nunca me suenan igual dos veces, nunca me hacen sentir lo mismo en dos circunstancias diferentes; aunque sea la misma palabra, escrita con todas sus letras, con las mismas curvas y líneas que quieren ser rectas.





Me gustan porque aquí nos las dejamos todos y ya nadie nos las quita, por lo tanto nadie me quita tampoco lo que siento... esa calidez.
Extraño las palabras, las mías y las de ellos... Pero sé que ahí están, las palabras cálidas.



La foto

19 agosto, 2007

Cara nueva

Hace varios días venía sintiendo que había miles de colores que me estaba perdiendo; me explico: siempre me ha gustado el color, la ausencia del mismo suele volverme un poco loca, sin embargo siempre he sido reservada en cuanto a uso se refiere... ¿Por qué? pues eso no lo termino de entender.

Pero últimamente se me aparecen estas explosiones de colores por cualquier lado, colores que no imaginaba para mí o que no me cerraban del todo; cada vez me cautivan más y más mientras los viejos colores que prefería me están resultando un tanto aburridos.

El bosque se me hacía aún más obvio, la imagen vieja me gustaba mucho pero ya no la sentía mía (al menos no en este momento) y realmente quería un cambio; no imaginaba que sería más fácil de lo que pensaba.

Entonces aquí está el nuevo bosque, de colores y sin muchas cargas; quería un descanso y a mí me resulta perfecto.




La foto proviene de acá

14 agosto, 2007

Volviendo...

Ayer volví a las mismas aulas de hace más de un año, a las mismas clases del cuarto piso con vista al arbolito que le encanta al perezoso, ese que con sus movimientos taaaan leeentooos no me deja poner atención en clases. La verdad entre un perezoso con movimientos lentos en su árbol hermoso y una pantalla con diapositivas de power point gana por mil el perezoso (no es que haya duda alguna).

Pero volví, compartiendo con caras conocidas, porque a pesar de mis circunstancias de fuerza mayor ese sistema tan engorroso permite que cualquier circunstancia de fuercita menor tenga las mismas consecuencias... un año más ahí. Así que tendré conocidos con quienes compartir mis domingos haciendo trabajos en grupos, mejor que si fueran todos desconocidos.

Me preguntaron cómo me sentí y la pregunta me agarró fuera de lugar porque no la esperaba (a pesar de que pasé todo el día pensando en qué iba a sentir). Me sentí diferente, durante 4 años me había sentido la misma en el mismo lugar y ahora no es igual.

Las aulas son las mismas, con el mismo masking tape que pegó aquel profe hace 6 semestres, algunas caras que podría jurar que son los mismos (tal vez algunos se sientan igual que yo y no lo sé), los mismos pupitres con los mismos "forros" para algún examen de algo que creo que nunca llevé. Y yo sentada ahí no siento lo mismo de antes.

Y bueno, han sido sólo dos días, faltan muchos más y aunque no tengo dudas de que será difícil tampoco dudo de que mucho será maravilloso... porque hay de todo, mucho de eso de antes pero también algo de eso de ahora.

26 julio, 2007

De palabras: desechable(s)

A veces se me mete una palabra en la cabeza y no la logro sacar, la pienso durante todos esos ratos de buses (que puede resultar graaan tiempo perdido eso de moverse de A a B) y cada vez se me va pegando más.

Oí la palabra desechable en un infomercial mientras pasaba canales; el gran producto era un palopiso (busqué en google "palopiso" y me encantaron los resultados ja ja) con una gran característica "innovadora": el trapo con el que se limpia es desechable. Entonces ya no más eso de lavar el trapo del piso una y otra vez, basta con retirarlo y depositarlo en la basura (procedimiento que viene claramente ilustrado con luz de estoesunmilagro), inmediatamente abre una bolsa con un trapo-desechable nuevo y lo usa.

Se me ocurrió una lista gigante de todo lo que se ha cambiado por desechable: no más pañuelos, ni limpiones, ni mantillas; nada de lavar platos y cubiertos en actividades familiares, ni cargar con botellas vacías de refrescos. Parece que ahora ni siquiera existe la necesidad de usar la ropa interior más de una vez.

Además del obvio impacto ambiental de esa cantidad de material desechable (que cualquiera podría entender) me quedé pensando en lo "fácil" que hace la vida todo eso tan desechable (y sí, acepto que así es algunas veces).

Resulta "fácil" que sea desechable lo que no nos gusta, lo que a la larga no puede servir, lo que necesitamos por poco tiempo, lo que no queremos mantener, con lo que no nos queremos comprometer. Es "fácil" un estilo de vida desechable, que se pueda cambiar cuando aburra; sentimientos desechables que permitan desechar rápido el posible dolor.

Compromisos desechables, personas desechables, sueños desechables... No sé cómo se maneja eso, pero parece que es muy "fácil".


Habrá que pensar ahora en la palabra "fácil"...

21 julio, 2007

A pocos días de "cerrar" un ciclo

Ya estoy en finales de julio, sé que pronto será agosto y (desde mi perspectiva) se "cerrará" un poco este ciclo que empezó cuando supe que andaba cargando en mi vientre algo un poco ajeno. Esos ejercicios mentales de analizar el antes y el después, dónde estoy ahora y dónde estaba antes solían ser mis favoritos; hace algún tiempo los evito porque me confunden un poco, pero ahora resultan inevitables.

No soy la misma y no me siento la misma, a pesar de que es algo que se puede dar cualquier año en este caso es diferente. Todo se alineó de manera especial, todo cambiaba y yo misma lo hacía; muchas veces temí perderme (aún temo un poco) pero aún sigo acá.

Podría decir que empecé flotando, viendo todo desde lejos (más bello pero más distorsionado) y de lejos todo parece más chiquito... más chiquito y más posible. Entre más pequeño mejor me cabía en la mano, y en la boca, me comía el mundo de un bocado (aunque después no fuera tan fácil de masticar).

Ha sido cuestión de tiempo, con los meses floto cada vez más bajo y los objetos en mis espejos están más cerca de lo que parecen. De pronto había cambiado unas pequeñas soledades por compañías, algunas grandes compañías por unas ausencias, unos grandes sueños por grandes realidades.

Cambié mis lapiceros por lápices, mis números por dibujos, mis antologías gigantes por Fabriano Rosaspina, los pupitres por bancos, mesas y caballetes. Pero ahí seguían todas las cosas que había dejado atrás, seguían los lapiceros y los números, las palabras que más importaron de las antologías gigantes... porque siguen siendo parte de mí.

Después de todo tal vez no era dos (ni Ana ni Marcela), si no una sola con muchas posibilidades. Posibilidades amplias de crear cosas hermosas, hermosas y con significado; posibilidades de continuar por un camino sin dejar otro, de unir todo una pieza a la vez. Posibilidades de no ser como los unos ni como los otros, ser el punto medio que yo me inventé.

Ahora sigo flotando, pero poco, poquitísimo... a punto de poner los pies en la tierra (o en la arena mojada y bañada de agua de mar). De aquí todo se ve igual, ni más pequeño ni más grande... y la sensación resulta encantadora muchísimas veces.




La foto se llama Jalejop! y es del blog Eboptica.

25 junio, 2007

hay momentos donde parece que no puede haber más llanto y en ese instante el lagrimal me

desafía y una vez más

me demuestra que nunca habrán suficientes lágrimas que llorar

29 mayo, 2007

Sacando males del organismo

Ayer me atacó una congestión nasal, esas que empiezan como alergia y dos veces cada año se transforman en una gripe de verdad, con posibilidades de visita al médico y días de reposo. Los días siguientes mi organismo se encarga de todas las maneras posibles de sacar todo lo malo que lo está atacando, para que en algún momento pueda ser la misma de antes y sufrir sólo los males de siempre: algún dolor de estómago por una gastritis de hace años, algún mareo porque tengo la presión un poco baja o algún dolor de espalda por mi mala postura en los nuevos bancos sin respaldos donde me siento ahora.

Pero hoy además de lo que mi organismo tiene que sacar para curarme de los inicios de gripe, tengo que sacar yo también en palabras muchas cosas más; algunas las guardo para luego y otras son de las que se reproducen rápidamente. Éstas últimas deben ser expulsadas de inmediato, antes de que encarguen de invadir todo lo bueno y matarlo poco a poco.

Entonces...

Yo no soy esa de faldita de colores que vive esperando que llegue un gran hombre a rescatarla, y por rescatarla se me ocurre: mantenerla. Nunca ha estado en mis planes ser ama de casa de tiempo completo, llevar a los niños (pero ¿cuáles?) a la escuela muy temprano y luego tomar el día completo entre compras, amigas y cafés. No soy esa que se limita en lo que sueña ser porque mi papel será en la cocina. No seré un depósito inactivo de placer para ninguno.

Yo no me creo todos los cuentos que me han contado, ni voy a misa todos los domingos, en realidad ningún domingo. No soy amable ni simpática cuando no quiero serlo. No seré nunca un adorno de una vida perfecta de otro, ni mataré mi propia felicidad por acompañar del brazo a un hombre. Yo no me quedaré limitada al pequeño mundo que me asignan a veces, porque he conocido que hay mucho más afuera. Yo no dejaré que mi futuro sea lo que otro quiera.


Por lo tanto, parece que ese puesto está vacante...

23 mayo, 2007



Has dicho muchas frases de amor erradas

yo sólo quería una palabra


21 mayo, 2007

Algunos días leer mis archivos es como ver una fotografía en la que aparezco en un lugar que no recuerdo haber estado


16 mayo, 2007

Tiene razón Denise, se equivocó Cortázar en la duración media del llanto... yo puedo llorar horas, llorar antes de dormirme y seguir llorando en sueños. Llorar mientras almuerzo, llorar durante todo el viaje en autobus porque lo ví y me despedí de lo que era para mí... Puedo llorar toda la conversación por teléfono cuando me hago un poco más valiente al contarlo.

Y puedo llorar todo el tiempo que pasa mientras se me ocurre qué escribir en este post...

Puedo llorar mucho tiempo, mucho más de tres minutos... y aún no parece suficiente.

03 mayo, 2007

Quería que lloviera,
sentada en la oscuridad de esas noches de apagones quería que lloviera;
ahora la lluvia no se me va del ruedo roto del pantalón,
la tabla de dibujo no se seca,
ha vuelto a aparecer la alergia
y cuesta encontrar seco el lugar que me guardaste a tu lado.

26 abril, 2007


Hoy, al morir la tarde, llovimos los tres: vos, el cielo y yo


15 abril, 2007

Silencio

Al silencio muchas veces lo escojo yo, unas tantas me escoge él; otras, las menos, no nos ponemos de acuerdo y terminamos conversando por horas en una noche de insomnio...

26 marzo, 2007

Rarezas... ¿cuántas?

Sirena me manda una tarea, escribir 6 de mis rarezas... y mientras me tomo un tiempo para pensarlo se me ocurre que andar pensando en eso también es un poco raro.


1. Siempre camino del mismo lado en los lugares donde tengo que pasar constantemente. Camino sobre la misma acera de ida y de vuelta, cruzo en el mismo punto, doblo en el mismo lugar... aunque sea exactamente lo mismo ir del otro lado. Las pocas veces que por alguna razón camino en la otra acera o tomo otro camino siento que estoy en un lugar donde no he estado antes.

2. Paso mucho tiempo inventando diálogos extraños en mi cabeza. Son conversaciones que tendría con alguna persona y suelen ser bastante largos, incluyen variaciones de tema y cosas de las que me acuerdo de repente... aún no sé por qué pero lo hago hace muchos años.

3. Me encanta pasar canales cuando estoy viendo tele, aunque me guste lo que estoy viendo, aún cuando estén dando el programa y no sólo en los anuncios. También ver dos o hasta tres programas al mismo tiempo pasando de uno a otro por ratos (termino sin entenderlos, pero me gusta). Es tanto que cuando me quiero sentar a ver una película completa por cable tengo que dejar el control remoto lejos de donde esté.

4. Cuando ando en un bus o en carro me gusta buscar paredes o portones grandes e imaginar qué pintaría en ellos.

5. Respecto a las cosas en mi cuarto, me ubico más en el desorden que en el orden. Se me hace más fácil encontrar las cosas cuando mi cuarto está desordenado que cuando está ordenado, casi siempre es porque buscando alguna otra cosa veo todo donde está y a la par de que cosa entonces al buscarlo sólo asocio las imágenes. Cuando está ordenado todo está en gavetas, pero no sé exactamente en cuál. (Tal vez si ordenara las cosas con alguna lógica no pasaría esto)

6. Hay muchas frutas que no me gusta comer, no las odio pero no me gustan tanto como para buscar comerlas, no me gustan ni solas ni como sabor de nada. Ejemplos: la piña, el cas, la mora, el coco, la naranja, la mandarina, etc... Sin embargo, de vez en cuando me da un antojo de alguna de ellas, me la como y ya, después me dejan de gustar de nuevo.

22 marzo, 2007

No es más que mi piel

Esta piel morena que es sólo tuya está cortada en el medio,
esta piel que admirás de cerca lleva cicatrices que podés tocar con los dedos.

Mi piel cargada de defectos es la que te llena los días y así la adorás,
mi piel, que me pesa un poco, te hace los días mas ligeros.

Esta piel que envuelve la tuya por horas a veces se siente ajena,
esta piel lleva huellas que no deja borrarse.

Mi piel lleva tu olor impregnado,
mi piel no se escapa de tus sueños.

Esta piel se torna algunos días del color de tus ojos,
esta piel a veces lastima, cuando no me lleva dentro.

17 marzo, 2007

El adiós para llevar

Te pinto este adiós y desearía que no fuera negro, que no pesara; esperaría que no lo llevarán tus ojos de manera tan obvia.

Escribo este adiós y mi piel quisiera que fuera bienvenida, pero esa no piensa y sólo siente; esta piel que llevo encima sólo se dedica a extrañar tus manos cálidas.

Rayo este adiós en tu alma con punta seca, pero tu alma no será más que la plancha de lo que serán las copias regadas de mi propia alma.


Las manos se me secaron y el adiós mejor pedilo para llevar, porque aquí sólo puedo hacerte(nos) daño.

15 marzo, 2007

si escucharas mis palabras más seguido
y sin testigos de por medio
te diría que te salieras poco a poco de mis sueños

que te alejaras de mis noches
que no las llenes de algun cuento
y que te lleves por un tiempo esos tristes ojos negros

pero no hay palabras ni hay oídos
tampoco tiempo para terceros
entonces es seguro que hoy
como todas las noches
te me seguirás apareciendo

11 marzo, 2007

Entre tantos días de sol se colaron días nublados; hoy todo amanece mojado y recuerdo que siempre un poco de agua hace bien, pero tantas nubes grises y vientos frios deberían irse para darle paso a esas tardes cálidas que me llenan a poquitos el alma.

A veces los días son como yo, me roban lo que llevo dentro y se tiñen de mis colores. Siento escondido entre el paisaje mi pelo oscuro y mis ojos negros, en un buen día mi sonrisa clara y mis manos blancas se parecen a la luz del sol entre los árboles.

Otras veces parece que llueve y mi piel se ve más opaca, sin embargo afuera todo es claro y el cielo sigue estando azul. Esos días siento el contraste como una línea de marcador grueso negro sobre mí.

Ahora, al terminar de escribir (que toma más tiempo del que nos imaginaríamos todos) sigue lloviendo poquísimo y hace sol... entonces siento que hoy, como yo, se mueve entre los extremos de una gran curva.

27 febrero, 2007


A veces yo también soy arena entre las manos, aunque quisiera quedarme no puedo evitar resbalarme entre los dedos y dejarme ir con el viento.



La foto: Sand in my hand

25 febrero, 2007

De mi año

Hace un par de días le escribí al Onironauta que hace un año quién hubiera imaginado todo eso que él contaba feliz en un post. Yo no lo pensé sólo por él, también lo pensé por mí; hace un año no podría haber imaginado todo lo que es este presente.


Mi año se me acaba hoy y me siento nostálgica. Me pasan imágenes de todo lo que fue el anterior y me saturan un poco; aparecen unas sobre otras, en colores pálidos o brillantes, borrosas o nitidas, con música o con ruido. No las logro ordenar, aparecen por ahí dando vueltas... como esos recuerdos que se acarician.

Me llevo heridas que cualquiera puede ver y algunas que aún ni yo misma veo pero las siento. Me llevo sonrisas y palabras, también muchos silencios que prefiero y otros que quisiera que se llenaran de algún sonido. Algunos pasos hacia adelante, tal vez un poco confusos.

También arranco un par de fotos y cambio el orden de algunos nombres. Con mi gente cierro la mano como reteniendo arena, pero sólo logro que unos cuantos granos no resbalen... esos se aferran.

Me siento la misma y otra completamente distinta, que se turnan un cuerpo según el momento. A veces una se esconde días y aparece luego tímida buscando espacio, se lo va ganando poco a poco y empiezo a sentir que está ahí.


Hoy me siento feliz de no haberlo imaginado, de que siempre haya una manera de sorprendernos (aunque no siempre sean buenas sorpresas). En un día pueden cambiar muchas cosas, unas cuantas palabras pueden darnos la vuelta al mundo para siempre o sólo por un rato.

Pero esa condición de vulnerabilidad ante las situaciones hoy me deja satisfecha... y es que de verdad no sé cómo puede cambiar mi mundo. Se me fue un año y ahora ni imagino cómo será todo dentro de un año más.

20 febrero, 2007

Otro punto de vista

Mi primera visita al oftalmólogo fue hace casi 6 años, antes de eso nunca se me había ocurrido que toda la demás gente veía el mundo más claro que yo. Me di por enterada en el momento en que vi que mis compañeros podían leer cosas en la pizarra que para mí eran sólo manchas.

Me encantan los exámenes de la vista, lo acepto. Siento emoción cuando la línea de letras que no podía leer aparece clara enfrente de mí, la emoción va creciendo cuando el oftalmólogo cambia el lente y me pregunta con cuál veo mejor... es como si pudiera seguir hasta que vea las cosas realmente claras (en realidad esta idea no tiene nada que ver con unos anteojos o un examen de la vista, pero no puedo evitar pensarlo)

Salir de la óptica con un par de anteojos nuevos es siempre parecido, aún así lo siento diferente cada vez. Durante la primera hora mis ojos se acostumbran al nuevo aumento y no puedo evitar sentirme un poco mareada o con dolor de cabeza. Sin embargo todo se ve nuevo, saltan detalles que no había notado y por segundos me siento como si nunca hubiera estado en esos lugares.

Tengo que usar los anteojos siempre, para vivir digamos. Me los quito en situaciones en las que ver de largo no es necesario porque lo que me importa lo tengo dentro de mi campo visual, y vale decir que son los momentos más acogedores. Hay cierta compañía que inevitablemente me hace perderlos, me los quito en un momento y los dejo despreocupadamente en cualquier lugar; en otros casos ni siquiera me han visto más que un par de segundos sin ellos.

A veces siento que se han convertido en alguna extensión material de mí, algunas veces en una pared que me separa de ojos ajenos. De vez en cuando me gusta quitármelos y ver todo un poco borroso, movido; al igual que se pierden los detalles al no tenerlos puestos se pierden también los pequeños defectos.

19 febrero, 2007

Podría ponerle un par de palabras que reconocerá de inmediato en algún lugar donde no sé si las verá.

Sería como jugar escondido con letras, escribirle en los lugares donde no pasará y sentarme a esperar que algún día sus pasos perdidos lo lleven hasta ahí.

Sabría que son mis palabras y me imagino que sonreiría, sabiendo que es mejor no hacerlo y que para mí sería mejor no escribirlo.

También podría hacer un post con esas cuatro palabras y nada más, con esa frase... y probablemente no entre a verlo. Sin embargo, sería como esconderme en el primer lugar donde sé que buscaría.


Aún así espero que no encuentre mis palabras y no me busque, que no juegue conmigo aunque se le antoje.

12 febrero, 2007


No hay poesía más triste que a la que le faltan palabras


10 febrero, 2007

Soñando

Desde que murió siempre que sueño con él sé que está muerto, en ese momento me doy cuenta que estoy soñando y que me lo están prestando un rato. Unos segundos después me despierto y se me escapa verlo un poquito más.

Ayer dormí junto al cuarto que era de él. Hace más de 4 años que no habita esos espacios, que no camina por ese pasillo (aunque un día me pareció sentirlo pasar frente a la puerta). Con el tiempo su recuerdo es menos recurrente sin embargo cuando vuelve sigue siendo fuerte.

Ayer también soñé con él, que entraba a la casa y me sorprendía encontrarlo en la cocina. Del sueño recuerdo todo perfectamente, hacia donde iba y quién me esperaba en esa habitación; las ganas que tenía de llegar a sus brazos pero encontré otros de camino: los de él.

Recuerdo que le dije "¡Abuelo!" y lo abracé, sabía que era un sueño y no dejé que pararan las palabras, le conté que lo quería y que lo extrañaba y al quedarme callada desperté . Me dijo algo pero eso no lo recuerdo bien...

06 febrero, 2007

Febrero (¿tan rápido?)

No me di cuenta y ya es febrero. Se me asomaba con cada tarde que llegaba más soleada que la anterior; el calendario sí me engaña un poco porque ese es mental y quedó estancado en un algún momento que no recuerdo. Pero sí, ya es febrero.

En el momento que me empiezo a convencer que ya está aquí me doy cuenta que ha pasado un año, sin embargo parece más que eso. Me leo a mí misma hace un año, recuerdo esos días y no sé bien dónde quedaron.

Este no se siente febrero (tampoco se sintió enero, diciembre, noviembre, etc...) y es que no siempre se iba a sentir igual.

Los últimos días han estado llenos de noticias hermosas, buenas y con mucho por delante. Por ratitos (más largos de los que significaría la palabra) me da miedo, tener que llenar tantos espacios... mantener los espacios que ahora lleno.

Febrero de nuevo (¿A dónde se fue todo el tiempo de por medio?)

01 febrero, 2007

Diagnóstico del doctor (Parte final)

Después de la cirugía y de una biopsia que daba buenas noticias parecía que no todo se había acabado. El doctor había dicho que además de lo que ya sabían que estaba ahí encontraron algo más y sacaron un pedacito sólo para estar seguros que no era nada.

Los meses siguientes iba al hospital a hacerme exámenes y oír más noticias nuevas. Aquel pedacito se había perdido en el camino y en ningún hospital aparecía rastro, no podíamos saber que era. Sin embargo los ultrasonidos eran suficientes para darnos cuenta que había algo más... no tan malo pero que a la larga podría serlo.

Desde ese momento estaba en tratamiento para desaparecer los quistes, la doctora (porque siempre es alguien distinto) dijo en aquella ocasión que probáramos con pastillas y después de unos meses veíamos "que tal".

Esos meses ya pasaron y al regresar al hospital recibí buenas noticias, las pastillas funcionaron y los quistes ya no están ahí; el doctor me vio con cara de felicidad y dijo:

"Ahora sí, a volver a su vida normal"

Y yo le sonreí, pero al mismo tiempo pensaba que cómo era eso de volver a mi vida normal. Será que mi vida normal era aquella de antes y esto era como una pausa?...
Dele play, oí en mi mente saliendo de la boca del doctor. Casi le pregunto cuál era la vida normal, pero sólo salí del consultorio.

Me dió un papel que "me daba de alta del hospital", sólo por alguna complicación relacionada tenía que volver ahí y presentar el papel cuando me atendieran; una constancia que ya pasé por eso. La tarjeta de citas ya no necesito tenerla a mano. Cuando firmaron el papel y me dieron la copia sabía que yo no necesitaba nada de eso... la constancia de que pasé por eso la llevo en el cuerpo y un poco más adentro.

25 enero, 2007



A veces pienso que iría contigo hasta el fin del mundo...

otras el fin del mundo parece muy lejano


22 enero, 2007



Tus silencios me desesperan más que tus palabras



(porque esos los lleno de mi propio ruido)


18 enero, 2007



Hace falta un poco de turismo interior después de tantas calles que no parecen propias*


*Aunque dicen que sí lo son

16 enero, 2007

Tercera persona

Un día se le ocurrió dar la espalda, porque lo que no se veía a los ojos y con la frente en alto no molestaba tanto.

También se le ocurrió buscar cuentos largos y vacíos que mataran el tiempo mientras pasaba lento, sin saber realmente qué era lo que esperaba que llegará.

Se le ocurrió dejar las cortinas cerradas durante las horas de sol, apagar la música y encender la televisión.

Contó las palabras y no eran muchas, pero se dió cuenta de que si se escribían en primera persona no eran más.

10 enero, 2007

Después...

Hace días que no puedo escribir, aunque vengo siempre al bosque no me salen las palabras y ni siquiera sé si están ahí. Yo me explico a mí misma que tengo un pequeño bloqueo mental que está durando más de lo esperado.

Buscando palabras entre los archivos he encontrado más que sólo frases y recuerdos, he encontrado tal vez otra que no sé si sigue aquí o, más importante aún, si tenía que seguir aquí.

Yo como no logro encontrar la línea que marca un antes y un después (aunque la línea la llevo en el cuerpo y estará ahí para siempre) tal vez no me doy cuenta completamente que este es el "después"; tampoco me doy cuenta de que aquello era el "antes" hasta que recuerdo eso que ya no es y ahora parece tan lejano.

Pienso en esas fotos de antes y después de los programas de cambios radicales o cirugías esteticas, de los infomerciales, de los anuncios publicitarios; de todos esos donde una foto puede decir que tanto se ha cambiado. Pero cuando el cambio viene sin avisar no se puede guardar esa foto, ni observar detenidamente el proceso... todo llega y se va a acomodando en la realidad que no pensaba ser tan diferente.

En este caso podría buscar algunas fotos para un antes y un después, sin embargo no representarían realmente que tanto ha cambiado todo ahora, en este después que aún no se torna suficientemente claro.