30 diciembre, 2005

Feliz Año

A todos los que vienen, que se han tomado sus minutos en estos pocos días para leer lo que sale de los rincones de este bosque.

A los lectores comunes las gracias de corazón por ser parte de este paréntesis en la cotidianidad.

Un muy feliz año a todos, que el que viene este lleno de palabras y de arte.

Nos leemos en el 2006!!

Pensado el 19 de noviembre

¿Qué tendrán algunos lugares que nos arrebatan la dignidad?

29 diciembre, 2005

Palabras que no llegarán

Feliz cumpleaños, uno de los tantos que no he podido felicitarte y el primero de muchos otros donde tampoco podré.

Felicidades a la distancia, a vos que has dado todo lo que eres a aquellos que no tienen, que no pueden, a aquellos a los que la vida no les paga justo, los que se ven oprimidos y desamparados, a aquellos a los que les llenas sus vidas como llenaste la mía.

A vos que das tu vida a lo que crees, las horas, días y años que quedan por delante, y las personas, que como yo, no sabes si volverás a ver. A pesar de todo no te he podido dejar ir, y creo que no podré, soy también una desamparada de tu cariño, de tu ilusión y tu esperanza...

Como te dije al despedirnos sin saber si nos volveríamos a ver:
"Con la eterna esperanza que encontres así tu último bosque"

28 diciembre, 2005

26 diciembre, 2005

Bosquejo

Cuando sea grande quiero ser como vos
y llenar mis páginas de historias y recuerdos,
caminar calles heladas y bosques sedientos,
soñar con el gran cambio y el retorno a lo eterno.

Cuando sea grande quiero ser como vos,
llenarme de fuerza y de errores
y salir con la frente en alto y reconocerlos,
vivir los días con decisión
y defenderla con los dientes,
aunque por las noches surjan dudas de humo que amenazan con nublar la razón.

Cuando sea grande quiero ser como vos,
seguir mi posición por lo que dice el corazón,
dejarme llevar por lo que fui y no por lo que seré.

Cuando sea grande quiero ser como vos,
ser constante entre la gente
y que mi gente sea esa que importa,
dejando atrás imposiciones.

Y quiero inventarme un cuento,
ser lo que quiero ser y tener donde mirar y decir:

"Cuando sea grande, mujer, quiero ser como vos"

25 diciembre, 2005

Ser la mejor persona

En cualquier problema o discusión que se presente tenemos de opción de ser "la mejor persona", tomar la mejor actitud hacia la situación (sea la que sea) y hacer lo que es mejor sin importar el orgullo, la chicha, las ganas de venganza o simplemente querer ponerse en las mismas varas de la otra persona.

Pero la verdad, me cuesta!! Por un lado esta mi "vocecita" interna con frases como:

"La verdad no vale la pena"
"No se preste a seguir con esas actitudes"
"Simplemente quédese callada y retírese"

Y cuando ya de fijo estoy adoptando la peor posición posible:

"Ud sabe que no debería ponerse así"
"Es la peor actitud que puede tomar"

Desgraciadamente (o afortunadamente, diría cuando no estoy viviendo una situación de esas) tenemos un corazoncito, un carácter y un humor, en los cuales es bastante difícil, al menos para mí, tener control basado puramente en la lógica.

Y es cuando surgen en mí las características frases de: "Yo sé que no debería ponerme así, pero no lo puedo evitar", "Es que es obvio que uno va a sentir chicha si le hacen eso", "Di, si se ponen en esas actitudes que va a hacer uno?".

Total, ya que estamos terminando el año pero aún quedan unos días por delante, voy a darme gusto de no ser la mejor persona, de comportarme como el estómago (ese raramente lleno de bilis) manda y no hacer caso a lo que dice la razón. Ya el otro año veremos, y estará entre mis metas tratar de ser la mejor persona en las situaciones.

23 diciembre, 2005

Dos de tres... ¿Coincidencia?

Dos de tres, no uno, sino dos, ya tres sería el colmo, pero que pase dos de tres deja mucho que pensar. Estadísticamente hablando no tengo idea de cuanto peso tiene una relación dos de tres, a lo poco que aprendí de estadística sé que poca, pero como todo lo aprendido en clase, en el ámbito personal cambia por completo.

De los tres últimos conciertos de Malpaís a los que he ido, en dos me he dado cuenta horas o minutos antes de cosas que no me quería dar cuenta, y que a pesar de todo el esfuerzo humano posible me terminaban afectando.

Que tiene que ver?? Pues que ayer cuando estaba en media explicación de que había pasado me acordé que minutos antes del concierto en el Variedades me llegaron con una historia de esas que me hacen pegar con pared, y me dije a mi misma "Otra vez antes de un concierto de Malpaís".

El día del Variedades me contó una tercera persona que el susodicho estaba planeando ir a pasar "las fiestas navideñas y de fin de año" fuera del país con una susodicha, lo cual me pareció increíble ya que no son novios ni nada por el estilo. Como no soy de palo no pude evitar que tan importante información llegara a afectarme, y aunque aún no existía el comunicado de la pared ya se veía venir.

Con la imagen del susodicho y la susodicha de paseo por Europa el 25 de diciembre oía de fondo:

"Que si no es y ya no es lo que era
y será siempre lo que nunca fue
es lo que digo y se hace quimera
es lo que cuenta y lo que no conté"

Entonces decidí que me alegraba de estar ahí, y que la tormenta Malpaís lograba lavar las penas que podía haber dejado ese enredo. Últimamente, el susodicho odia Malpaís y con más ganas los disfrutaba.

Ayer también me di cuenta de algo que la verdad ni vale la pena mencionar, pero al igual que el día del Variedades me sentí bien al estar ahí, porque sabía que era mejor disfrutar de la música, de la compañía y del lugar que estar pensando en cosas que serán siempre lo que nunca fueron.

El concierto de ayer fue genial, a pesar de tener a seis músicos cansados y acabados de llegar de Liberia, igual dieron lo mejor y el público se los reconoce siempre. Una buena noche para terminar un año de tormentas Malpaís, y esperando que el 2006 traiga muchas más.


*Además conté con la presencia de conocidos-desconocidos, de esos que se empapan con la tormenta Malpaís, sé que disfrutaron como yo todo el concierto. Espero ser conocidos para la próxima.

20 diciembre, 2005

Recuerdos

Hay cosas, sonidos, lugares, olores, sensaciones, imágenes que nos devuelven a ciertas épocas de nuestra vida, y si nos dejamos llevar podemos pretender por un momento que somos de nuevo la persona que éramos en ese momento. Cuando me pasa, y puedo dejarme llevar tanto como para sentirme como esa vieja persona que solía ser, vuelven a mí todos los sentimientos de aquel momento, el miedo, el dolor, la inocencia o la ilusión que podía crear en mí el vivir cada día.

Entrar a la Librería Lehman de la Avenida Central significa para mí volver a la niñez, a la más tierna e inocente parte de mi niñez. Ese lugar para mí quedó congelado en el tiempo, y no sé si es gracias a mi falta de memoria de esos días o porque simplemente no ha cambiado. Otro factor importante es que, por comodidad, cuando necesito ir a una librería en el centro de San José prefiero La Universal, pocas veces vuelvo a la Lehman, por lo tanto no es habitual para mí.

Me explico, mi mamá al ser maestra me enseñó a leer en la casa, con unas tarjetas de sílabas me sentaba en la mesa de la cocina a formar palabras mientras ella cocinaba.

-"Mami, aquí dice casa?"
-"Sí, y si le cambia el orden dice saca"

Las palabras eran interminables, creo que ahí descubrí que tanto se puede lograr al unir sílabas y al formar palabras, las miles de opciones al tener dos o más sílabas juntas. Evidentemente cuando entré a primer grado leía bien y leer Vida Nueva o Paco y Lola se me hacía aburridísimo. Siempre buscaba algo más que leer, a veces me daban libros (para niños) que a pesar de que me entretenían no daban para muchos días.

Cada día de pago íbamos con mi mamá a San José a recoger el dinero (no me acuerdo realmente de esto, ni por qué tenían que ir siempre ahí), y como todo niño de corta edad, ni a mi hermano ni a mí nos gustaba pasar horas haciendo fila con un montón de gente. A pesar de todo, los niños son fáciles de manipular, y mi mamá nos prometía comprar un libro en La Lehman si la acompañábamos.

Cada viernes de pago era un día de ilusiones para mí, para ese día ya estaba más que leído el libro que se había comprado antes. Desde que nos decía que ese día teníamos que ir a San José pensaba en que libro quería, y si era posible comprar un libro de otro color (Era una colección de libros para niños que cambiaban de color según la edad, los blancos primero, luego los azules, los anaranjados y rojos). Hacía notas mentales de los libros que había visto antes y que había pensado en comprar, me preguntaba por qué no podía comprar un libro rojo (en ese momento iba por los azules), y que si mamá me iba a decir que no si le prometía que me lo leía todo si me compraba uno rojo.

Después de horas de filas, de ir a almorzar y de cruzar medio San José, llegábamos a la Lehman, desde que entrábamos cambiaba el mal humor del calor que hacía, o el berrinche del helado que no nos compraron, simplemente se nos olvidaba todo, porque ya estábamos ahí. Nos dirigíamos directamente al estante donde estaba la colección de libros, y permanecíamos por lo menos media hora, leyendo algunas páginas, viendo los dibujos que traía uno, el juego al final que traía otro, buscando el libro rojo más corto para que me lo compraran.

Salíamos de la Lehman con una bolsa en la mano, adentro el libro lleno de aventuras y de personajes, salíamos felices, ilusionados de lo que estaba por venir, porque desde nuestro punto de vista se recompensaba el caminar por horas entre tiendas, el hacer filas, el andar en buses llenos de gente.

Ese es el sentimiento que me embarga al entrar hoy a La Lehman, no es una librería para mí, son millones de emociones y recuerdos, es la ilusión de que lo mejor está por venir, no era lo mismo que salir de un cine o del Parque de Diversiones, porque en ese caso lo mejor ya había pasado.

La semana pasada entre y sonreí, sentí las ilusiones y la inocencia de cuando niña, y a pesar de la nostalgia me dije a mí misma que lo mejor está por venir.

18 diciembre, 2005

Navidad

Estos días he estado tratando de encontrar un significado real de toda esta época navideña, algo que vaya más allá de los regalos, los malls, los árboles de navidad, los santas con sus trineos y hasta más allá del pretendido sentimiento de paz y buena voluntad.

Digo pretendido porque así es la mayoría de gente, predican que es tiempo de amor y de reflexión, pero cuando se les atraviesa un taxista en medio alto o cuando la cajera se pone a hablar con la de a la par y no los atiende rápido se les olvida todo, y ahí si madrean hasta el chiquito ese que pide que no tiene la culpa de su destino.

Y dirán: "Es que la otra persona no pone de su parte", pero ya que ellos no lo hacen, por qué seguir nosotros con el círculo del odio?

En fin, buscando ese significado he notado ciertas cosas importantes. El otro día fui a darme una vuelta por el Parque Nacional a media tarde, y estaban varios chiquitos alrededor de la fuente jugando con el agua, y sus caras reflejaban una alegría que a nosotros nos cuesta tanto conseguir. Ellos no necesitaron comprarse ropa nueva, ni un disco compacto o un libro, no necesitaron de un aparato electrónico que les sirviera como medio de entretenimiento, para esos niños el estanquito con agua fue suficiente, y en ese momento no les importaba que les iba a traer santa o el niño (lo que sea que les digan) el 24 a media noche, lo importante era poder estar en el parque jugando.

Todo esto me lleva a que creo que los que más pueden entender el significado de la Navidad son los niños, por supuesto que no todos, algunos desde pequeños son influidos por esos pensamientos materialistas de sus padres, que si no tienen el juguete más nuevo traído de Estados Unidos son unos perdedores; pero por otro lado existen niños aún puros e inocentes, para los cuales es suficiente una botella simulando una bola, o un árbol donde imaginar miles de cosas. Niños que no duermen el día anterior del Festival de la Luz, o que la mamá les promete que si se portan bien los lleva al Avenidazo, y que con eso que nos parece tan molesto o innecesario son felices.

Y por esos niños, y los que vengan, me aguanto el confetti en la cara, las calles sucias después del Festival de la Luz, los santas en los centros comerciales y las vitrinas de San José adornadas de navidad desde octubre.


*En relación con esto, les dejo un texto de Víctor Alba de la Vega que salió en Áncora hoy. Ternura

15 diciembre, 2005

Comunicado de la pared

Dadas las circunstancias mencionadas en el post anterior (y las muchas más que no se mencionaron), y después de largas conversaciones productivas con la pared se comunica lo siguiente:


Primer punto: Es claro que muchas cosas son causa perdida en esta vida, esta relación siempre ha sido causa perdida, y los peores luchadores (en pocas palabras los más idiotas) son los que siguen peleando batallas perdidas.

Segundo punto: A raíz de lo cercano de las festividades navideñas y de fin de año se va a seguir el lineamiento de no caer en el juego de sentarse a recordar momentos, palabras, lugares, miradas, etc. Apartado adicional: Se va a sacar la cuenta de cuánto se iba a gastar en el regalo de navidad del susodicho y se comprará algo que realmente hubiese odiado, o si no queda de otra, se gastará en licor. (En honor a Zuzurro)

Tercer punto: Para siguientes referencias se consultará primero con la pared y después con el otro involucrado en la relación, para evitar gastos innecesarios de saliva y conexión a Internet. (En honor a Sole)

Cuarto punto: Se evitará exponerse a recibir cualquier tipo de excusa proveniente de la otra parte del por qué de sus actitudes y sus problemas de comunicación. Entiéndase como "cualquier tipo de excusa":
Problemas familiares, psicológicos, de niñez, de terceros involucrados, etc.
Dictámenes médicos (aunque sean del Seguro).
Salidas repentinas de San José.
Exceso de trabajo, de fiestas, de confusiones y de no saber que querer.
Falta de tiempo, de valor, de que decir, etc.
La ineficiencia del servicio celular del ICE.
Involucramiento de sustancias que alteran el sentido común.

Quinto punto: Se llegó a la conclusión de que si cuesta darle norte a la propia vida es peor al estar con alguien que no tiene ni norte, ni sur, ni este y menos oeste. En pocas palabras, es demasiado el desorden de vida del involucrado, es mejor mantenerse alejado.


Con esto se da como concluido este capítulo de la vida y se procede a pasar al siguiente. No más intentos ni creer que a la larga puede funcionar, porque realmente no es así.

14 diciembre, 2005

Adentrándose en el bosque

Hace semanas estuve involucrada en unos de esos enredos que la gente llama relaciones, desde mi punto de vista esto no se puede llamar así por dos motivos especiales:

1. Estas interacciones entre dos personas suelen ser mas un enredo que una relación.
2. Esto no tenía ni pizca de relación, era nada.

Resulta que después de muchas cosas, de días de hablar y no decir nada, de días de hacer que nada pasaba, de días en que todo pasaba, de días malos y buenos llegó un punto donde decidí "cortar por lo sano", ni corte ni fue por lo sano... hay muchas contradicciones en la historia.

La última vez que nos vimos hubo gritos (no malentiendan, era en un lugar ruidoso y costaba oír, sólo levantamos la voz un poco más de lo normal), reclamos, explicaciones, comprensión, odio, cariño, de todo, menos algo contundente; la despedida fue un legítimo "aquí no termina todo".

La última vez que hablamos la conversación terminó así:

Ana dice:
me quedo igual... un día hablo con la pared y le cuento a q llegamos ok??

Porque sí, fue por el messenger!!!

Esto es más que todo una nota aclaratoria para el post que vendrá luego, y como dice por ahí, para que vayan "adentrándose en el bosque"!!

13 diciembre, 2005

Un día frío y oscuro

Hoy no fue más que eso, un día frío y oscuro...
prometía mucho, pero se quedó sólo en promesas.

Hoy era un día que iba a brindar compañía,
en su lugar dio paso a la soledad
y rondaron fantasmas de recuerdos...
recuerdos que no deberían estar.

El día de hoy, entre su oscuridad y frialdad,
trajo melancolía, el deseo de ser lo que no se es
y de querer lo que no conviene.

Hoy vivió de ilusiones,
con las horas se encontró con la realidad
y esta pudo más.

Hoy fue sólo un día de frío,
que no encontró calor.
Quería ser un día soleado,
con vientos de diciembre al caer la tarde
y simplemente no pudo serlo.

Hoy ya está agonizando
y para él no habrá mañana para enmendarlo.

12 diciembre, 2005

Después de la tormenta... ¿la calma?

Por inusuales circunstancias y deseos ocultos un día de este fin de semana terminamos la noche en el Jazz Café, como ya era tarde había pasado la "tormenta" Malpaís. No en el mal sentido de la palabra, porque Malpaís es tormenta de emociones, sentimientos, recuerdos, arte, sonidos, acordes, letras, palabras, es una tormenta de alimento para el alma.
Sabía que había pasado ahí, he vivido varias veces la tormenta, me ha empapado, me ha inundado con su agua, entiendo lo que se sintió en el Jazz durante dos horas. Sin embargo, siempre ha quedado la tormenta dentro de mí, ese día fue diferente.
No era igual que las experiencias anteriores, al entrar se sentía diferente, el ambiente estaba cargado, el lugar estaba vacío. Quedaban caras satisfechas, empapadas (como he estado tantas veces), cantando en su mente una y otra vez la canción favorita, o la que tocaron de última, o la que esperaron durante todo el concierto.
Quedaron los atriles vacíos, sin partituras; los instrumentos que no pueden irse con su dueño, que pasaron de ser uno con quien los toca a un simple instrumento. Quedan las mesas y sillas que recibieron personas expectantes, luego emocionadas y finalmente complacidas; recibieron "primerizos", amantes de la buena música, y antiguos o nuevos seguidores de Malpaís.
En ese momento el concierto era historia, recuerdos, anécdotas y una canción en la cabeza, para nosotras era la calma luego de una explosión de arte de varias personas, de las que dan arte y las que los reciben con arte; personas satisfechas, complacidas con tanto alimento para el alma, que dependiendo de su historia personal, les durará toda la semana.
Para los que lo vivieron completo no es calma, porque una tormenta así tiene eco, se siente la emoción, la adrenalina, la felicidad y tristeza que pueden hacer sentir las letras de esas canciones, retumban las notas y se quedan grabadas las imágenes. No hay calma después de esta tormenta, porque es interna, y como todo arte... es parte de nosotros tanto como queramos que sea.
Y ellos se van, al terminar el concierto saludan a un par de personas, que agradecen y elogian lo que acaban de brindar; para ellos terminó otro "chivo" más, se ven complacidos, probablemente todo fue tan bueno como siempre. Y vendrá otro día, otra tormenta... la calma para unos y el eco de esta para otros.

11 diciembre, 2005

La cultura de la culpa

"No haga eso, porque cuando los chiquitos hacen eso Diosito se pone triste"

Eso le decía una madre joven a su hija de aproximadamente 4 años. Con ella iba su otro hijo, un niño que a pesar de no tener mucha edad se notaba que esa cultura de la culpa era parte de él. No capte muy bien que era lo que hacía esa niña para poner a Diosito triste, pero era seguro que no tenía que repetirlo.

"No la estamos regañando, es un consejo"

Esas fueron las palabras que dirigió el niño de escasos 7 años, aparentemente, a su hermana. Además de eso repetía constantemente la frase de la madre, enfatizando que "no queremos que Diosito se ponga triste"

"Verdad que usted no quiere que Diosito esté triste?"

No sé que tanto podía entender la niña de lo que le estaban diciendo; probablemente como parte de su inocencia quiera evitar que alguien esté triste por su culpa, más "alguien" tan importante como Diosito, al que la madre le agradecía constantemente durante la media hora que duró el viaje en bus en el cual aconteció lo mencionado.

"Que lindo el arbolito de Navidad verdad? Gracias a Dios por el arbolito"
"Usted es una niña muy sana verdad? Gracias a Dios"

Aquel que les ha regalado la vida, la salud, un árbol de Navidad tan lindo como el que vieron; a ese estaba poniendo ella triste con sus acciones, a alguien tan importante para su madre. Alguien que, como le dirán mas adelante, es misericordioso y perdona a todos sus hijos; y si se cuestiona este episodio en el futuro (si es también que lo recuerda) no entenderá porque si la perdonará tiene que sentir culpa por lo que hace.

De cuánta culpa puede ser conciente un niño de esa edad? Qué será de ese niño cuando grande? Evidentemente su hermano, un par de años mayor, ya estaba conciente de su culpa, de que el hacer "cosas malas" significa cargar con un peso emocional, que todo lo que hace debe de estar regulado por si "Diosito se va a poner triste"... y no es regaño, es consejo.

09 diciembre, 2005

Palabras de abuela

  • "Y tiene novio, Ana? Cuidado se queda solterona"
Con esas palabras saludan las abuelas, y hoy me tocaron a mí!."No sea muy exigente"
En pocas palabras, acepte lo que sea, porque es mejor mal acompañado que solo. "Por qué le hace tanta gracia?"
La pregunta real sería: -Como no le va a hacer gracia?-
  • "Hay que ir buscando desde ya"
Si supieran la edad que tengo haría más gracia aún... pero imaginenla.
  • "Cuando uno está joven si es bonito estar solo, pero cuando se está viejo y enfermo alguien tiene que cuidarlo"
El fin primordial de casarme con alguien es para que me cuide cuando esté vieja y enferma, y viceversa por supuesto.


Sabias palabras de abuela


En cambio constante

08 diciembre, 2005

Feria Navideña de las Artes


"Tú embelleces mi jardín interior"
*Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica

Está muy interesante, se puede conseguir de todo, desde libros y cds hasta pulseras. Todo hecho por profesores, estudiantes y algunos particulares, arte original y todo tipo de propuestas.
Además se realizan actividades culturales durante todo el día.
Estará todavía el viernes 9 y sábado 10.

Arte

Si en algo he entrado en razón estos últimos años de mi vida es que en cuestiones personales, el concepto de gasto e inversión toman otro sentido.

Una de las tantas cuestiones relativas que conforman la naturaleza humana, el valor del dinero, de las cosas, del tiempo, de todo... esos valores cambian de persona a persona, y muchas veces... no los entiendo!!

Estos días han estado llenos de inversiones, desde mi muy personal punto de vista (valga la redondancia), pagar cierta cantidad de dinero por ver a alguien actuar, bailar o tocar durante 2 horas (con suerte) significa alimento para el alma, esa alma que muchas veces se ve seca y hambrienta de algo que realmente la vaya a satisfacer. Eso... es el arte.

Y a eso voy, el arte es relativo, es personal, está presente tanto como se quiera que esté presente, el arte es un sentimiento; que puede regresar al recordar una melodía, una frase o una imagen.

Por eso muchas cosas son arte, el mundo esta rodeado de arte, de arte para cada persona, para cada artista que quiera hacer de su vida alimento constante para el alma; esas personas que se llenen de arte propio y ajeno, y mantengan un alma satisfecha, que pueda vivir las calamidades sin dejar de sentir alivio... alivio por que al final de cuentas, habrá arte.

07 diciembre, 2005

Antes y Después

Antes

Después

Tampoco es que era la mejor vista, pero era bonito asomarse y ver una montaña, sin estar necesariamente llena de casas, o ver en su lugar altos edificios. Era agradable observar en un día nublado como se perdía la forma de la montaña tras las nubes y se confundía con el resto del cielo gris. Pero hace unas semanas decidieron (por el bien de muchos usuarios del servicio celular del ICE) poner esta antena, y no digo que este mal... simplemente me pregunto que vale más:El tener buena recepción por aquí o lo que me hacía soñar la montañita que estaba en otro lado lejos de esta jungla de concreto.

El último bosque

El último bosque es un lugar de refugio, donde se escapa de la vida cotidiana, de la monotonía y el peso de vivir día a día bajo los mismos parámetros.
Donde a pesar de estar solos estamos acompañados, acompañados de "los otros" que son siempre parte de nosotros mismos.
Donde todo pasa, hasta la oscuridad; un lugar de esperanza... esperanza de que lo que está por venir será mejor y si no es así, dejará algo bueno.
Donde cada parte de ese bosque es una parte de nosotros, y nosotros somos parte del último bosque.
Donde todo es arte, y es eterno. Un refugio donde las horas pasan viendo la luz del sol posándose en las ramas.
El último bosque es "un lugar sagrado, que aún no hemos perdido porque está dentro de nosotros".