27 septiembre, 2006

Si yo fuera una valienta II

Si yo fuera una valienta
le diría entre historias de hospitales y de clases de finanzas

"¿Sabés que no has dejado de ser perfecto?"

Y sonreiría como la primera vez,
se le cerrarían poquito los ojos claros y me diría aún entre risas

"Vas a ver que todo va a estar bien"

26 septiembre, 2006

De que salen, salen!!

Estos días los impedimentos tecnológicos y los médicos han sido varios, sin embargo no me ha impedido escribir un montón de cosas. Ahora me siento a pasar todo lo escrito en hojas y a mano a la compu y me doy cuenta que no puedo.

Por varias razones: algunas románticas, algunas del sentido común, algunas del sentido no-común y las muchas otras por razones paranoicas (que podría también ser la cruel opción D "Todas las anteriores", porque la paranoia está tan presente en esas tres razones anteriores).

Entonces pueden estar tranquilos los que vemos esto como terapia, catarsis, sesión con el psicólogo, prozac diario o lo que sea... Que porque no escriba no es que no lo estamos aceptando y los 12 pasos al carajo!! Si el paso 1 siempre está, lo aceptamos.... El paso 2 pues, digamos que en este caso el zacate si es más verde de este lado y con estos días de sol prefiero el zacate más verde para acostarme un rato.

Vuelvo a ser estudiante aunque no sea en mi universidad y aunque aún no le pague a mi profesora de dibujo, pero que son clases son clases. Ya fui de oyente a algunas lecciones de la universidad y hasta el profe se sorprendió de que fuera. Si ni vamos cuando tenemos que ir, menos cuando no tenemos, pero así es uno. Acepto que no entiendo nada de la materia, ya que perdí un mes de lecciones, pero en algún momento me ubicaré.

Y ahora si la dura línea editorial del blog me lo permite (jajaja!!) publicaré algo menos autobiográfico y más de que se entretienen leyendo lo que escribo. Pero lo importante es que recuerdo siempre eso de que el motivo principal del blog cambia a como va cambiando uno y se transforma en la medida de lo real que es; así que no me extraña que este cambie un poquito estos días.

18 septiembre, 2006

Ausencias, largas ausencias

Hace tantos días que no me doy la vuelta por aquí, aunque no me he dado la vuelta por ningún lado. Luego de una noche de hospital terrible de hospital en mi casa nos quedamos sin Internet, por lo tanto se me ha hecho imposible venir; no puedo salir mucho de mi casa entonces es más difícil escaparme a un café como lo hice hoy.

Este post se iba a llamar "Cuando el río suena, piedras trae", porque con tanta agua que me han dado ultimamente sonaba y sonaba el río. Pero traía piedras, o parecía traer. Piedras que nada tenían que ver con mi vientre, estas estaban un poco más arriba.

Hubo examenes y hospitales de nuevo, doctores con caras largas y gente preocupada. Sin embargo luego que mi cuerpo cantó de nuevo (dicen que oyen cantos cuando me hacen los ultrasonidos) estoy aquí bien... aparentemente sin piedras. Sólo unas molestias en el zapato de unas ausencias que se me están haciendo eternas.

Entonces tiro la piedra al inicio de la rayuela esperando que caiga no en el cielo, si no que a medio camino... en tierra Antigua que canta y canta, pero a veces desencanta. En vasija de cerámica que carga también agua; y que se llene la piedra de olor a almendras... que de alguna manera me mata.

A todos espero leerlos pronto, me hace falta darme la vuelta en esos bosques tan suyos. Pero por mientras me doy la vuelta en los bosques de papel y carátula pintada que me presta una biblioteca, o que me regala una mano amable. Y he escrito mucho, todo llegará a su tiempo.

03 septiembre, 2006

De películas y vidas I

Han visto como en las películas los equipos de sonido siempre están al nivel de volumen perfecto. Es suficiente con meter el disco (si no es que ya está, además, el disco perfecto dentro) y darle play. No hay que pasar varios segundos pegado al equipo oyendo cuál es el volumen exacto, tampoco tienen que ir y venir por toda la sala para saber si se oye bien en todo lado, ni muy duro ni muy bajo.

Luego el disco empieza con la mejor canción y dura eternamente, se ahorran el saltar de canción en canción para encontrar su favorita. No hay que salir corriendo a bajarlo porque de casualidad estabas oyendo una ranchera esa mañana, a todo volumen, desgalillándote y despertando al vecino. Tampoco hay que matar el ambiente y levantarse en medio beso porque se oye más la alarma del carro del frente que las baladas de LuisMi.

Y ¿que sé yo? Así pasa siempre en las películas... sólo que hasta hoy noto eso. Sin embargo, así debería ser todas las mañanas: levantarse con la canción perfecta, al volumen perfecto; que se te meta en los sueños y te vaya jalando a la realidad.

Yo sólo quiero mi vida con el volumen perfecto cada vez que le dé Play.