24 septiembre, 2008

Así como hay filtros en las cuentas de correo de acuerdo a las palabras, deberían haber filtros por las vibras, tanto del contenido como del remitente, del mensaje... lo malo es que la vibra no depende de las palabras, entonces aunque haya palabras realmente obvias que demuestran la malicia hay otras que, muy inocentes, resultan completamente "mal vibrosos".

Esa carpeta la abriría cuando ande riéndome de la vida, esos días que anda uno con un escudo de teflón... aunque por épocas tendría una acumulación de correos que no quisiera imaginar.

12 septiembre, 2008

En un mensaje me dijo: "te amo con todo lo que me hace humano" y aún no sé qué pasó por su mente al momento de escribirlo. Yo sólo pude sonreír y pensar que probablemente no se imagina como retumban esas palabras en mí.

Todo lo que hace humano, el dolor y los errores, el sentir y el pensar (a veces más con el corazón que con la cabeza). A mí sólo se me ocurren las fallas que sacan del pedestal (que hicimos nosotros o nos hicieron) y recuerdan que somos humanos, nada más que eso.

Mi proceso de curación ha sido largo, las heridas a veces se vuelven a abrir pero hay momentos que cierran más que el tiempo... no los momentos hermosos donde todo se pinta inevitablemente perfecto, si no momentos donde se descubre que nada es perfecto, esto que tenemos menos, y por lo tanto el camino sigue siendo largo.

(y estamos dispuestos a caminarlo)

10 septiembre, 2008

Lápices, lapiceros y al fin, cicatrices

En un momento durante mi época colegial decidí empezar a escribir con lápiz, en alguna clase de regresión guarde los lapiceros (bueno, sólo me tocaba sacarlos para hacer exámenes) y compré miles de lapices (también escribía con minas de colores, las cuales me alegraban los días).
La idea vino por muchas razones:
  • Odiaba mancharme las manos con restos de tinta de lapicero.
  • Desde el primer acercamiento con el corrector líquido decidí que era la idea más fea del mundo... fea en el sentido de lo bonito, ordenado y agradable a la vista. Para mi imaginario era mucho mejor pasarle UNA línea a la palabra (tampoco es hacer un tachón) que hacer una chorcha de corrector y una excavación con el lapicero para escribir la palabra encima de eso.
  • Y por último, la más importante, no entendía un instrumento que no me permitiera equivocarme sin dejar registros tan obvios.

Resulta claro que la idea sólo me parecía a mí, tanto mis profesores como mis compañeros odiaban la idea porque las cosas escritas se veían menos, se borraban con el tiempo y porque no salían en las fotocopias. Eso fue lo de menos, hasta los primeros años de la universidad seguí usando lápiz, cuando el gris del grafito me parecía horrible me pasaba a lápiz de color y problema resuelto.

De pronto pasó, no me di cuenta del cambio y estaba de nuevo escribiendo con lapiceros... Las manchas de tinta pasaron a segundo plano ante manchas de verdad que no había sólo en las manos (y que no resultaban tan feas), el corrector líquido no era realmente importante porque siempre existían las líneas horizontales y los registros obvios de mis equivocaciones no eran más que cicatrices, de esas que recuerdan que algo pasó... pero sanó.

04 septiembre, 2008

Paréntesis

Son más las ausencias que las apariciones por estos espacios, como todo momento de cambio las cosas parecen estar volando sin hilito que de alguna forma las ancle a tierra (no es que me haga falta, se ven corronguísimas volando por ahí).

Mi compu (como muchas otras veces) decide morir sin avisar al menos unos días antes... y yo sin la mía mía no me siento bien para escribir ni para leer, ¿será eso para todos?. Siento como si fuera una conversación con demasiados ojos y oídos que no son familiares.

Ahora tampoco estoy en mi compu, tengo una provisional en el nuevo trabajo... el que empecé esta semana y pinta las cosas de colores (como una linda coincidencia del destino que no ahoga ninguna de las partes que trato de coser juntas).

Entonces, como conclusión, estoy en etapa de remodelación... acomodando cada esquina (con todos sus chunches) en sus nuevos ritmos.