Un año después reviso la lista, pero encuentro que más importante que las cosas que no hice son las cosas que están ahí y no ahora significan nada para mí. Cosas que resultaban prioridades se han vuelto prescindibles y hay en su lugar otras ahora más importantes.
Entonces me recalco más a mí misma que mucho ha cambiado, siento largo eso que era hace un año y creo que de alguna manera estoy más cerca de donde debería estar.
Este año estuvo lleno de momentos maravillosos que recuerdo siempre con una sonrisa, lleno de sonrisas, palabras y abrazos. Pero también estuvo lleno de muchas muchas lágrimas, de miedo y angustia que no había sentido antes. Todo lo vivido me dejó más de lo que logro asimilar algunas veces, pero sé que poco a poco todo estará en su lugar.
Estuve acompañada de personas maravillosas (esos que hicieron maravillosos los momentos) que tenían para mí dosis constantes de cariño y atención para todos los momentos, buenos y malos. A esos las gracias infinitas por ser parte de la vida como es. También me acompañaron las ausencias, de los que no están y los que no quieren estar; entonces entendí que algunas ausencias deben de ser.
En el momento que se acabe el 2006 estaré agradecida; agradecida que se haya terminado y pueda llevarse de alguna forma todo lo malo, agradecida de lo que llegó a mí durante el año y ahora es tan importante para mí.
Estaré feliz de saber que es real eso de que lo que no nos mata nos hace más fuertes.
¡Feliz año a todos los que han sido parte de este bosque!