29 diciembre, 2010

Por fin, se extingue el 2010

No me malentiendan, no es que yo esté deseando echar este año al olvido, es sólo que de todos los períodos de 365 días marcados en calendarios inventados por la humanidad, este ha sido uno de los más convulsos.

Tampoco es que yo vaya a negar el 2010, pero cuando lo recuerde se apoderará de mí un vacío en el estómago... en la parte derecha y abajo, ustedes ya saben dónde está.

Eso sí, guardaré de forma especial estos últimos días. En los cuales -a raíz de tanta incertidumbre, tanto cabo suelto, tanto gris desenfocado- me dediqué a reír más que el resto del año, a disfrutar como no sabía que podía disfrutar. A amar intensamente de cerca y a la distancia. A vivir, a respirar no porque sea la única opción para seguir viva, sino porque cada respiro es la opción de recomenzar.

Yo hoy no tengo idea, no sé qué va a ser de la lista de pendientes por resolver que deja este año. Qué va a ser de los errores que se arrastran, de las promesas sin cumplir... Sin embargo, sé de todos los libros leídos, de las películas compartidas. De una lista de correos electrónicos y mensajes que me hicieron sonreír. Sé de las buenas noticias que llegaron después de las malas (las malas fueron muchas, pero nos levantamos).

Pero sobre todo lo demás, sé que hoy no me cambiaría por nadie, porque la posibilidad de elegir no tiene precio. Elegir qué hacer con mi vida, cómo hacerlo. Elegir cómo amar, cómo ser parte de esta maravillosa familia. Elegir la gente que entra en mi vida, la que sale... desvivirme en detalles y cariños, porque puedo, porque me hace feliz (nos hace felices).

Este presente no es fácil, pero tengo opciones: una de ellas es tomarlo bien o tomarlo mal, la primera me hace más clic.


"Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose." Julio Cortázar

*La imagen es del Flickr de Rick Baker.
Ilustraciones sobre lo que parecen ser hojas de contabilidad... así debería ser la vida.

27 diciembre, 2010

Cuentos de hadas

mujeres,
espaldas,
que en vez de huesos, carne, grasa
llevan alas

el príncipe azul que la convierte en princesa, en reina
(que alergia de mierda me da la realeza)

y el happily ever after
vestidos blancos de cola,
mientras ella promete servirle


en ese cuerpo en lugar de alas, hay escápulas
y así es perfecta





"If life is a ‘fairy tale’ the paper dresses reflect the fragility of the ‘happy ending’"

Susan Cutts, acerca de su vestido de papel titulado "Fairy Tales"

21 diciembre, 2010

Desazón

Yo soy muy mala para los rencores.

(o buena, no sé... depende de cómo pretenda una llevar la vida)

Se me quedan adheridos a la piel como tinta de grabado en las uñas.

(he tenido cosas incómodas y difíciles de quitar en las manos, pero la tinta de grabado está en el top... tener que removerla con aguarrás era una pesadilla)

Cuando se trata de cariños, brotan espontáneos... normalmente son fuertes y cálidos.

(dice un amigo que cuando yo hago clic con alguien, por la razón que sea, siempre doy ese paso de más "the extra mile" en las cosas que hago. sí, lo acepto)

Los rencores parecen agua en punto de ebullición.

(esto sonaría a recuento de cambio de año, en la lista de pendientes está el aprender a manejar la montaña rusa emocional que implica estar rodeada de gente querida)

Yo me alejo, me escondo, huyo... Ni siquiera puedo enfrentar la desazón.

(y entonces ahora tengo la voluntad lavada, justo cuando iba a terminar de comprar regalos que llevo planeando por meses y que sé que iban a hacer a la gente querida muy feliz. nada, levántese y váyase a Chepe, que lo peor es hacer sola todo más grande)

19 diciembre, 2010

A veces me emputa la gente,
a veces esa gente es la más querida.
A veces una decide alejar a esa gente, y me da pereza seguir en esto.

Empezamos otra vez a caminar los mismos pasos... estoy acá de nuevo, con ganas de quererlo decir todo, pero con esa sensación de que la gente no quiere oír (o yo no quiero contar).

A veces siento que la intensidad nos come,
a veces estoy segura de que ya no te soporto más.

17 diciembre, 2010

Bosé lo dice mejor



Morena mía, si esto no es felicidad,
que baje Dios y lo vea,
y aunque no se lo crea...
esto es gloria.


Morena gata, ¡ay me mata!
me mata y me remata
vamos pa'l infierno, pon que no sea eterno.

15 diciembre, 2010

Dream a little dream of me


*Últimamente tengo la sensación de que estoy escribiendo cosas que ya había escrito antes, a veces (como en el post anterior) hasta encuentro la prueba de que eso ya existía en este blog... Probablemente es como dice MY, y la vida es "...retornar a alguno de nuestros puntos de salida siempre, o casi siempre, o regularmente, o algunas veces".

Yo sueño clarísimo, y de paso: muy seguido. Tengo el sueño muy liviano, en un día bueno, me despierto unas 3 veces... los días malos me despierto cada hora. Sueño con la misma intensidad, la misma cantidad.

Sueño "con sentido" (si es eso posible), siempre con personas que pienso durante el día, lugares que me marcan... y lo anhelado se lleva el protagonismo, es literal: sueño mis sueños. Pienso mucho en lo anhelado, debo admitir.

En sueños me doy cuenta que sigo durmiendo en la casa de la niñez y la adolescencia, que hace un año era la casa del presente. Hoy es otra, pero yo sigo "saliendo" del sueño en un cuarto con piso de madera, en un segundo piso y con una ventana que da hacia al este... La construcción aún existe, ya no es la misma; la casa realmente sólo existe en mis sueños. En el instante dónde estoy consciente que esta no es esa casa, suele darme un pequeño vacío en el estómago, eso sí, cada vez menos.

A veces sueño con gente muy querida, con pizarras en las paredes al fondo de una casa cuando todavía no existían. Pero que de alguna forma ya las habían pensado. Y me regocijo de tener personas que me permiten hacer los sueños realidad, una tarde pintamos esa pizarra en la pared dónde la había soñado.

Y anoche, anoche estabas en el mismo lugar que las personas que más quiero. Y vos no te querías ir, yo no te quería dejar ir... con besos nos dijimos que el tiempo parece más largo de lo que realmente es. Entonces los besos se valían, los abrazos y las lágrimas también; estábamos todos y yo te quería como te quiero cuando estoy despierta... no había ni una sola persona que quisiera que eso no fuera así.




Sweet dreams till sunbeams find you,
Sweet dreams that leave all worries behind you,

But in your dreams whatever they be,

Dream a little dream of me.

13 diciembre, 2010

La vida está en "pausa"

Hoy me recordaron que yo "puse la vida en pausa" hasta enero, y que enero es en 22 días. No sé bien cómo es eso de poner la vida en pausa... si es posible o si realmente estuve cerca de hacerlo. Simplemente no sabía y no quería saber, no quería resolver; quería que pasara la vida y que no pasaran mis decisiones; mis "errores", "nuestros" errores.

Empecé dos procesos al mismo tiempo. Uno de ellos es sólo el resultado de una serie de cosas que me llevaron a ese lugar, era seguir un camino que ya estaba medio caminado; otro porque sabía que había algo mal... sabía que algo no me cerraba del todo y que yo era la única que podía cambiar eso, dependía completamente de mí.

Después de uno de los meses más cansados, intensos y fuertes de la vida, empecé a dejarla fluir... que como me dijo él hace muchos años: los cauces no existen desde antes, se hacen cuando el agua encuentra un camino con la inclinación adecuada. Yo podría agarrar una pala y hacer cauces que desemboquen en los mares que escogí, pero la mayoría de las veces parece que no tengo idea de lo que es mejor para mí...

El agua fluye, la vida también; esto no fue una pausa, fue ver cómo la vida hace su trabajo y yo hago el mío, todos los días, sin parar.


* Ya yo había escrito esto: versión marzo 2006, hablando de otras cosas y por otras razones (las cuáles recuerdo como si fuera ayer): Cauces

07 diciembre, 2010

5 años después

Un 7 de diciembre hace cinco años empecé este blog, lo pensé semanas (tal vez un mes y algo) hasta que decidí que qué más daba... me había encontrado un espacio anónimo pero abierto, cualquiera podía leerme, pero nadie sabía quién era realmente.

Por eso Ana, porque yo soy Ana aunque no conste en mi cédula, aunque el 90% de la gente que conozco me diga otro nombre... porque en mi familia me dicen así desde que tengo memoria, pero en algún momento dejé ese nombre botado. No me pude haber imaginado en diciembre del 2005, que en este presente lxs más queridxs me iban a decir Ana, y que algunas de las chocheras incluyen el que no me guste que me digan otro nombre más que ése.

De esta forma, en un nombre, se puede resumir lo que significó (y sigue significando de maneras diferentes) para mí este blog. El sentirme otra, un antes y un después... una lista de amigxs de la vida, de personas conocidas querídisimas y un par de "desconocidxs" entrañables. Lo cual resulta sólo un tecnicismo, alguien que dice que eso de no haberse visto nunca las caras clasifica como no conocerse, sin embargo la cercanía tiene otro nivel.

Yo no dejo de pensar que gracias a este lugar conocí -directa o indirectamente- a la gente que me ha acompañado de muchísimas maneras durante estos años... en los ratos más felices que he tenido, en los que han sido durísimos de llevar, los proyectos, los fracasos, en fin: en la vida. No me queda más que estar agradecida con la manera en que se construyen las cosas, sonreír de las "coincidencias" que en realidad resultan porque así tenían que ser.

También me llena haber retomado este espacio, seguir conociendo gente a través de este lugar... llenarlo de cariños como los que ya se han dado. Dejarme ser todo lo que necesito ser a través de lo que escriba acá, y saber que la gracia de esto no es que cualquiera pueda leerme y no sepa que soy yo, sino que cualquiera pudiera leerme, y si saben quién soy del otro lado de la pantalla, no importa... todo lo que he dicho corresponde a la persona que he querido ser.



01 diciembre, 2010

de si lu sión me ha venido a ver

No tengo idea por qué no me dolés en las piernas, en los brazos, en la punta de los dedos... me dolés en el pecho, en el centro; mitad al frente, mitad en la espalda. Yo hoy quiero que alguien me explique por qué los dolores del alma se sienten en el cuerpo, por qué me encorvo hacia adelante al llorar por vos; como cuando duele el estómago y una se sostiene fuerte, se inclina como tratando de no estirarlo... a veces resulta, el estómago duele menos; el alma me sigue doliendo igual.

Hace días pensaba que seguro le tengo miedo a las alturas, no a las físicas, a las emocionales. Me daba miedo irme muy alto, dejar que tanta cosa tuya me levantara de esa manera... es que entre más alto, más larga y fuerte es la caída. No, no hay rush de serotonina que haga que valga la pena la forma en que me siento ahora... por vos he tenido las emociones más intensas de los últimos meses, ahora quiero que desaparezcan.