23 diciembre, 2005

Dos de tres... ¿Coincidencia?

Dos de tres, no uno, sino dos, ya tres sería el colmo, pero que pase dos de tres deja mucho que pensar. Estadísticamente hablando no tengo idea de cuanto peso tiene una relación dos de tres, a lo poco que aprendí de estadística sé que poca, pero como todo lo aprendido en clase, en el ámbito personal cambia por completo.

De los tres últimos conciertos de Malpaís a los que he ido, en dos me he dado cuenta horas o minutos antes de cosas que no me quería dar cuenta, y que a pesar de todo el esfuerzo humano posible me terminaban afectando.

Que tiene que ver?? Pues que ayer cuando estaba en media explicación de que había pasado me acordé que minutos antes del concierto en el Variedades me llegaron con una historia de esas que me hacen pegar con pared, y me dije a mi misma "Otra vez antes de un concierto de Malpaís".

El día del Variedades me contó una tercera persona que el susodicho estaba planeando ir a pasar "las fiestas navideñas y de fin de año" fuera del país con una susodicha, lo cual me pareció increíble ya que no son novios ni nada por el estilo. Como no soy de palo no pude evitar que tan importante información llegara a afectarme, y aunque aún no existía el comunicado de la pared ya se veía venir.

Con la imagen del susodicho y la susodicha de paseo por Europa el 25 de diciembre oía de fondo:

"Que si no es y ya no es lo que era
y será siempre lo que nunca fue
es lo que digo y se hace quimera
es lo que cuenta y lo que no conté"

Entonces decidí que me alegraba de estar ahí, y que la tormenta Malpaís lograba lavar las penas que podía haber dejado ese enredo. Últimamente, el susodicho odia Malpaís y con más ganas los disfrutaba.

Ayer también me di cuenta de algo que la verdad ni vale la pena mencionar, pero al igual que el día del Variedades me sentí bien al estar ahí, porque sabía que era mejor disfrutar de la música, de la compañía y del lugar que estar pensando en cosas que serán siempre lo que nunca fueron.

El concierto de ayer fue genial, a pesar de tener a seis músicos cansados y acabados de llegar de Liberia, igual dieron lo mejor y el público se los reconoce siempre. Una buena noche para terminar un año de tormentas Malpaís, y esperando que el 2006 traiga muchas más.


*Además conté con la presencia de conocidos-desconocidos, de esos que se empapan con la tormenta Malpaís, sé que disfrutaron como yo todo el concierto. Espero ser conocidos para la próxima.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ajá... eras vos entonces, mucho gusto.

Y si el susodicho odia a Malpaís eso le da automáticamente estatus de miembro portador del club de Faltos-de-gusto,-qué-importa,-ellos-se-lo-pierden lo cual a su vez solo habla bien de vos.

PS: Estadísticamente es 0,66 más/menos 0,47, o sea, entre el 20% de las veces y el 113%. Lo vamos a ver por el lado positivo y decir que eso quiere decir que las siguientes siete veces no va a volver a pasar.

Solentiname dijo...

Pos yo lo que iba a decir es que esas casualidades parecen pensamiento mágico, como cuando yo pensaba que los miércoles eran mi día de mala suerte porque me solían entregar los exámenes de mate con notas poco halagadoras... Otro ejemplo del pensamiento mágico: cuando uno contorsiona para que entre la señal de cable.

La próxima, nos saludamos. ;)

Ana dijo...

Marcelo> Bienvenido por estos rumbos, "tocayo" jaja!! Pues sí era yo, mucho gusto!! Y el susodicho es miembro honorario de ese club.
Parece que las estadísticas están de mi lado (gracias por la aclaración, se nota que durante 2 cursos de estadística no aprendí ni lo más básico!!), así que por los próximos 7 conciertos de Malpaís estoy salvada.

Sole> Esos pensamientos mágicos logran tanto, así que mejor que sean sólo positivos, a ver si acaso!!

Floriella dijo...

Me da pena ser la última en llegar pero bueno, la cosa no es llegar primero, es saber llegar (no que los primeros no hayan sabido, por aquello de los brincos).
Coincido con Marce, un mae al que no le guste Malpaís no es de fiar Anita, creéme (la archi-mega-requete-recontra-fan que arremete contra los que no les gusta...), pero gracias a Dios existen estos genios de la música que saben sanar, o por lo menos aliviar las almas maltrechas, en especial las heridas por algún amor malhabido; lo digo por experiencia de primera mano.
De fijo, la próxima, nos hablamos!

Humo en tus ojos dijo...

A este post llego retarde... Yo andaba por ahí ese día, con un sinsabor de esos. Nada como tener gente linda con quien escuchar cosas buenas :)