Placebo no era sólo él... y digo 'era' porque no lo es más. Seguro por eso queda la realidad así de abierta, de clara.
Placebo es también pensar que lo que me hace sentir bien por una hora, me resuelve no sentir bien las otras veintitrés.
Que sentir bien durante una hora, definitivamente me distrae otras dos. Pero me faltan veintiuna.
Que de esas veintiún horas, duermo siete y me quedan catorce.
Catorce horas donde tengo claro que las diez restantes no hicieron mucho, y que ahora no queda más que empezar de nuevo el ciclo.
Dice René:
"si quieres cambio verdadero, pues camina distinto"
Yo pocas veces en la vida he decidido caminar distinto. A pesar de que los mismos caminos, llevan siempre a los mismos lugares.
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