A mí me gustaría no comer emocionalmente, no sentarme ahora con una bolsa de chocolates y muchas porquerías, de esas que vienen en paquetes que durarán más años en descomponerse que los que yo duraré viva.
Me gustaría no ir por los pasillos del supermercado con unas ganas infinitas de hacer un berrinche porque no tienen el chocolate que me gusta.
Más me gustaría no ir al borde de las lágrimas... por el berrinche, por el chocolate, por esa mierda de cadena de supermercados en los que no debería comprar pero están en todos lados, porque realmente me siento mal y este dolor es muy fuerte.
También me gustaría hacerme la loca (no esa clase de loca que creo que ya es un hecho, sino la loca que no se entera, que sigue la vida como si nada) y mandar este dolor por hueco. Pensar que los cariños son más grandes que los malentendidos, pensar que es eso: que nos malentendemos, no que ya no nos hacemos bien.
Así soy cuando me caigo es el nombre de una etiqueta que inventé para mis posts. Tantas vueltas le había dado al asunto de las etiquetas, me resultaba tan difícil pensar en cosas tan directas y concisas. Esta surgió de lo más obvio, de saber que hay días como hoy, que me caigo. Días que soy así como escribo en esta entrada, pero así no soy siempre... porque sí, "me caigo y me levanto", como dice Cortázar.
2 comentarios:
Pos que nos sentamos en el piso con vos.
Y nos quedamos ahí hasta que te querás levantar.
Y entonces te damos la mano.
Y comemos chocolates, pero sonriendo. Que así saben más ricos
:')
no sabés cómo lloré cuando leí este comentario... ASÍ de agradecida con la vida de que estés acá
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