Hay muchas cosas que no sabía, como que una sola cicatriz puede representar que sobreviví dos veces. Que las recuperaciones y las heridas se llevan bien cuando una está mejor, por dentro y por fuera.
También el que la gente de siempre a veces no es absoluta, que la gente que va llegando puede estar sumamente presente. Y que puedo llorar durante toda Where The Wild Things Are, porque la mente juega cosas muy pasadas, como los monstruos con Max.
La fragilidad, lo efímero de la autosuficiencia. En un momento una está segura que puede hacerse cargo de toda su vida, y después se ve incapaz de ni siquiera bañarse sola.
Yo no quiero explicaciones de la vida, porque no las necesito. Pero sí me parece irónico que 6 años después, igual en agosto, terminara yo en una sala de operaciones.
3 comentarios:
Así es la cosa, y aunque borrosa, la distancia siempre es más corta cuando decidimos no irnos por los caminos involuntarios del pasado. Que siempre haya un resplandor al final del túnel, no todo puede ser gris y triste.
Un abrazo. Que se ponga mejor de lo que sea que la haya hecho volver a un centro médico.
Muchas gracias, Kris. Un abrazo grande :)
Pues yo me veo ahí, no estando lo presente que quisiera. Me padezco, la verdad. Porque siempre ando llenándome de cosas y al final ¿para qué sirven si me distraen de lo más importante?
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