De cómo en sueños una se da cuenta de que está un poquito enamorada. O de cómo se acuerda, porque este cuento lleva años.
De cómo una se despierta con un cosquilleo en lo que sería el corazón que siente, no el que bombea (en la parte baja del estómago, a la derecha). Soñando con la cotidianidad, las camas compartidas y la sensación de que esos espacios tan cercanos se convertirán en besos.
De cómo en la vida real me acuerdo claro del sueño, y ahora no sé cómo hablarle bien. Cómo verla a los ojos o saludarla sutilmente entre el grupo de amigxs.
No, hoy me escapo... y si me dicen que si voy, les cuento de lo 'mal' que dormí anoche.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario