27 febrero, 2006

Chiquitica

A veces me siento chiquitica junto a vos,
alzo la mirada y te veo largo, distante
y sin embargo,
tan cerca,
tanto que estiro un poco la mano y la punta de mis dedos pueden rozarte,
tanto que al mover un centímetro mi cuerpo te siento junto a mí.

Cuando me siento chiquitica junto a vos
me hacen grande tus palabras,
y me estiro tratando de alcanzarte,
de sentirme como vos.

Si me siento chiquitica no me alejo,
no desaparezco,
sólo vuelvo hacia arriba la mirada...
para saber hacia donde ir.

26 febrero, 2006

Cambio de año

Podrá ser sugestivo, pero desde que empezó el día ha estado marcado por hechos que hacen la diferencia, que me han dicho que hoy realmente es el comienzo de un nuevo año y que no debo, ni quiero, estancarme en lo que había, que corra el aire y que corra el agua.


Hoy las criaturas del bosque se visten de colores, y adornan las paredes con recuerdos y esperanzas de lo que vendrá, hoy se respiran olores diferentes, los árboles cambian de hojas y sin embargo algo de ellos sigue ahí, dándoles soporte.


¡Que el año que empieza este día este lleno de lo que tenga que estar!

25 febrero, 2006

Recuento

¿Cómo está el ambiente?

Tranquilo, callado, con un silencio que acompaña y no desespera, vacío algunos días, pero completamente reservado. Hay momentos que se llena, no cabe ni una risa más, ni una melodía, ni una caricia más. Ha habido días muy fríos, pero se va disipando, y se acomoda en las esquinas, en los pliegues, se impregna en la piel y el frío deja de dañar; no olvidés los días soleados, esos no aparecen mucho, pero cuando llegan se disfrutan mucho.

Remodelamos a principios de año, descolgamos cuadros que estaban perdiendo la nitidez, cambiamos el orden de las cosas, hicimos paredes y botamos otras, pintamos con mil colores... no, no me malinterpretés, no es como aquel año, ahora los colores tienen orden, combinan, armonizan; poco a poco hemos ido encontrando como usarlos todos y sentirnos cómodos con ellos.

La puerta sigue mala, a veces queda abierta y no se cierra por semanas y otras se decide a no dejar entrar ni salir a nadie, hemos tratado de repararla... sabés? puede ser que tengás razón, tal vez así debe de ser.

¿Recordás la bodega del fondo? Llena de papeles, facturas, lápices, engrapadoras, en fin, todo eso que no encontraba lugar; sacamos todo, lo acomodamos; tanta falta que nos hacía tener lo que había en la bodega a mano; ...sí, recuerdo que dijiste que esas cosas no eran para este lugar, que eran una formalidad, que trabajaríamos con servilletas por papeles y con un par de plumas que cayeran en nuestras manos; pero no es así, hay cosas que son necesarias y que con el tiempo se empiezan a querer, aunque sea un lápiz.

¿Y vos cómo estás?

Bien, sintiéndome en otras manos y viéndome en otros ojos, llena de diferentes olores, algunos nuevos y algunos que no se pueden dejar ir porque son de esos pequeños placeres que no se pueden dejar ir ...claro, siempre recuerdo tu olor, no te preocupés.

Me encuentro mejor, abundan las sonrisas y las lágrimas, y en eso seguimos sin coincidir, aún pienso que la abundancia de lágrimas es necesaria, sabés que así soy. Cada día descubro un pedazo más de todo, como el otro día, encontramos en la bodega un pequeño armario que no habíamos visto, lleno de cuadros anteriores, creía que los había perdido, algunos los colgamos junto a los nuevos que acabo de encontrar, se que te encantarían... ah sí, tenés razón, estaba hablando de mí, bueno, termina siendo lo mismo.

23 febrero, 2006

Sólo días

Hay días donde se vuelve la cara con una sonrisa y se encuentran sonrisas de respuesta, abrazos, caricias, palabras y silencios que llenan el alma. Días que al final del mismo se sabe que algo se está haciendo bien, sea lo que sea, porque tal vez si fuera de otra forma no encontraría respuesta a tanta agua sin cauce.


Hay días donde se vuelve la cara con una sonrisa y se observa un vacío, no se encuentra respuesta, no hay abrazos ni sonrisas, las palabras son duras y los silencios absorben la poca esperanza. Días que se sabe que se está haciendo mal, sea lo que sea, porque tal vez si fuera de otra forma encontraría respuesta a tanta agua sin cauce.

20 febrero, 2006

Recoger basura

Una señora mayor recogía la basura frente a su casa, barría las hojas caídas, los papeles sueltos, cajas de refrescos, paquetes de comida, gran parte de basura dejada por otros. Y no sólo frente a su casa, los 20 metros respectivos a cada lado de la misma también, con el mismo esmero con que limpió la acera de su casa barrió la de los demás.

En ese momento me di cuenta que no era cuestión de limpiar lo demás con el mismo amor que lo propio, era el amor de limpiar todo igual, sin importar de quien es.

Se tornaba irónico algunos minutos, ver como recogía basura dejada por otros en lugares que como no son propios pueden ensuciar y maltratar; lugares que técnicamente tampoco son de ella, pero siente que le pertenecen, que son parte de su vida y de su entorno.

Mientras unos se hacen de la vista gorda y esperan que pueda pasar el servicio de limpieza de la Municipalidad, ella sale a las 7:30 a.m. de su casa a limpiar el pedacito que le corresponde por criterio propio; nadie la obliga, nadie la señala por no hacerlo, y lo que es peor, nadie la señala por hacerlo.

Quiero pensar que los años ya no le permiten llegar tan lejos, no es capaz de limpiar los 5 metros siguientes, y que con cada año se van disminuyendo los metros; que mientras barre tanto sucio dejado por otros se aferra a la esperanza que cuando le falte la capacidad, y no necesariamente las ganas, alguien lo hará en su lugar.

La dejé de ver y me di cuenta que así es con todo, no sólo con la basura literal que llena las calles, sino también con la basura de pensamientos que están el aire, con la basura de actos que se cometen, la basura de hechos fundamentados con basura de palabras, la basura de trabas que no nos dejan avanzar.

Y esa basura al igual que la que aparece cada cierto tiempo en esa acera es dejada por alguien más, a quien no le importa ensuciarnos porque piensa que no se ensucia él mismo, sin ver que somos parte de un todo. También al igual que en la acera, habrá alguien que la recogerá, sin ser responsable, sin ser señalado por hacerlo, pero que sienta placer desplazando tanta basura que nos llena.

17 febrero, 2006

Color papaya

-¿Como fue tu día?

-Color papaya

Y fue de esas respuestas que no se piensan, que vienen a la mente de repente, que me gana el pensamiento recurrente y no puedo plantear algo más construido o explicado. A pesar de todo, esas respuestas son las que se tornan esenciales.

Ayer fue el primero de 4 conciertos, y sin experiencia previa con la Orquesta de la Papaya fui a pintarme de su color, llenarme del sabor y del sueño de Bolívar, que tantas veces repetían. La región como una sola

"Si los músicos pueden, ¿por qué los políticos no?", decían unos labios en la proyección al inicio del espectáculo.

La presencia escénica de muchos de sus integrantes me fueron ganando poco a poco, las sonrisas genuinas de ver algo tan soñado y planeado convertido en realidad, ver a un público entregado que son una extensión del sentimiento sobre el escenario. No sé que se siente estar ahí, sólo me han contado, y me pierdo en esas historias.

Y miles se pintaron conmigo de color papaya, olvidaron por un momento la cotidianidad, las cosas por hacer que se habían puesto en pausa, el conteo de votos, el aumento en la gasolina, los incendios, las noticias, tanta información que suele abrumar; la vista se les tornó papaya y al sonido de la región dejaron ir sus cuerpos, sus gritos, sus ojos... todos sus sentidos en un sueño que no tiene porque ser sólo musical.

16 febrero, 2006

Esperar nada

"Es que no hay que esperar nada de nadie, ni siquiera de uno mismo"

Lo dijo con seguridad, con esa seguridad que sólo él puede tener y sin embargo no me lo puedo terminar de creer. Mi respuesta fue un simple "Sí, sí" de esas afirmaciones que sólo afirman como no puedo entender el punto de vista.

Aún así puedo pensarlo, porque de primera entrada rechazaré muchas cosas que no me parezcan lógicas o que representen una solución, pero es mejor dejarle esto a la razón y no al corazón.

Pero aún así no puedo entenderlo, ¿Cómo se puede vivir sin esperar?, si es así ¿para qué se vive?; si se está convirtiendo la vida en un hilo de horas que pasan sin razón una seguida de otra, donde nada va a hacer una diferencia, donde nada sorprenderá, y se da como un hecho que no pasará ni lo mejor ni lo peor, y como ni siquiera uno mismo podría llenar sus expectativas puede que sea mejor no hacer el intento.

Entonces sigo mi vida sin esperar y me doy cuenta que todo deja de tener sentido poco a poco, que deja de importar el de a la par, porque no espero nada de él; deja de importar lo que hago, porque no espero nada bueno de eso; deja de importar el levantarme en la mañana, porque no espero que haga una diferencia.

Insisto, no es forma de vivir, si no se espera se pierden las sensaciones, la sorpresa, el vivir deseando algo más; se pierde la compañía, y se entrega lentamente a la soledad y a la desolación.

Título



...tanta agua y yo tan seca...

13 febrero, 2006

Desafiar al tiempo

Una lista de mil cosas que hacer, ordenada por prioridades como señalan los principios básicos de administración del tiempo, separando lo importante y lo urgente, lo que se tiene que hacer por gusto y lo que se hace por necesidad.

Lista documentada: Escrita a mano, en una servilleta, en un papel de los que dan en el centro de San José, en un pedazo de hoja de cuaderno, en un post-it, en la mano. Digital, en una nota del celular, en mensajes de texto guardados, en borradores de correos electrónicos y si es mucha la afición, en un borrador de entrada en blogger.

Lista mental: Repetición constante de las cosas por hacer, planeando horas y actividades intermedias, cálculo de los tiempos u opciones más viables, uniendo las cosas por hacer con las que surgen al hacerlas, recuerdo instantáneo de una cosa olvidada agregándola a la lista original que se ve raramente reducida por las otras cosas que se dejaron en el olvido.



La lista se queda ahí y esos momentos tienden a ser los indicados para sentarse a observar lo que sea, durante el tiempo que sea necesario, y desafiar al tiempo y a la lista, a la tiranía de lo importante y lo urgente, a las fechas límites y cosas por hacer.

Será una pérdida de tiempo, pero puede ser también el decir que yo hago al tiempo, o lo que es lo mismo, el tiempo no me hace. Las fechas y horas se manejan como se quieran manejar, y no aplastan porque por un momento deja de importar.

La lista estará ahí al terminar de observar, al volver a lo importante y urgente, probablemente con mucho menos tiempo del que se tenía al inicio, pero si no desafío al tiempo me consume, en lugar de consumirlo a él.

12 febrero, 2006

Llega más gente de la que se va

Entre los repasos de fin de año encontré una frase, después de pensarla por algún tiempo me di cuenta que aplicaba al revés, ahora no se va más gente de la que llega. No puedo precisar el tiempo, sé que es parte del último año, pero poco a poco y gracias a diferentes circunstancias ha llegado gente, y a pesar de que, como siempre, se va gente muy valiosa, llegan otras personas que con poco tiempo han ganado mucho.

En algunos momentos es una cuestión de perspectiva y de actitud, mientras hayan paredes altas y sólidas va a costar que alguien entre, los que lo harán requerirán un gran esfuerzo, pero de vez en cuando es importante hacer excepciones y dejar entrar a uno de los claros del bosque.

No todos permanecerán, en su momento puede ser que sigan su rumbo y al igual que otros se vayan, sin embargo están aquí ahora y tienen su espacio correspondiente, llenan las horas que puedan llenar con calidad, sin importar que hace poco llegaron.

Son personas nuevas y diferentes, con perspectivas de vida distantes en unos casos y similares en otras, con quienes se encuentran puntos de convergencia que hacen fácil entenderse. A veces es necesario un respiro, salir de las visiones o perspectivas que se suelen tener siempre, y estas personas lo aportan.

Cuando encuentro que una frase conocida y muy usada aplica al revés en mis asuntos me doy cuenta del cambio, y que algo se está haciendo de una forma mejor de como se solía hacer.

Gracias a mis compañeras de aquelarre que poco a poco han ido "llegando" al bosque, esas horas que se pasaban sin darse cuenta, apoyado en parte por la falta de reloj para controlar el tiempo que se perdió entre vinagretas, pancitos, vino y plantintáh. Que se repita!

11 febrero, 2006

15 días

Es oficial, no falta un mes ni 3 semanas, faltan 15 días para que se acabe mi año. No suelo hacer drama al respecto, por el contrario lo espero con ansias, pero desde que cumplí 18 ya no me hace tanta gracia.

No es sentirme vieja, es saber que cada día que pasa significa que algo de rumbo tiene que estarle dando uno a su vida, es saber que, como me dijo mi papá cuando cumplí 18, si me jalo una torta yo tengo que responder, y sí, se refería a terminar en la cárcel o algo así (exageró por supuesto, pero es buen ejemplo).

No lo hagamos tan drástico, con sólo un "No quiero trabajar ni quiero estudiar más" a lo que me responden un "Total, es su vida, nosotros no tenemos nada que ver", y en ese momento me golpea la realidad, es cierto, ellos no tienen nada que ver, lo que posiblemente harán es dejar de mantenerme y que yo vea como me arreglo.

Me doy cuenta que no tengo que rendirles cuentas a ellos, ni a nadie, sólo a mí, y cuando uno tiene que pedirse explicaciones cuesta un poco más darlas, ponerse límites y saber que es lo mejor. Más aún, de qué me pido explicaciones? cada cuánto? importan las explicaciones que me doy?

Entonces me pongo a hacer un balance para determinar que tanto rumbo tiene mi vida, y bueno, algo de rumbo tiene. No es por menospreciar las circunstancias, sin embargo creo que una de las cosas que se tienen que aguantar al tener grandes expectativas es no sentirse satisfecho, y saber que siempre se podría tener más, no como reproche a la vida o al mundo de lo que no tengo, si no a mí misma de lo que podría estar haciendo.

En fin, dentro de 15 días mi vida debería tener un poco más de rumbo que hoy, de hecho ya voy a estar un paso más cerca de tener el cartoncito ese que dice que estos años he hecho algo en la universidad y que no he pasé metida en la Calle de la Amargura, así que es un punto a favor.

Lo importante al menos ese día será celebrar el rumbo que ha tomado hasta ahora, el que vendrá todo el otro año y todos los que faltan; y al final del día sentarme a pensar que si realmente algún día me da por hacer algo ilegal yo voy a terminar en la cárcel y no mis papás.

De celebraciones: El bosque se empieza a llenar de "lobos de colores colgándose de los árboles" y criaturas danzando para celebrar. Las actividades de celebración del último fin de semana están en proceso, los interesados pueden mandar un correo al bosque para más información.

09 febrero, 2006

Artistas

Las veces que me ha tocado compartir un viaje en bus con Chayanne guapo son irrepetibles, las últimas veces que lo he oído me doy cuenta que su repertorio no varía mucho, pero sí las letras de las canciones.

"Esta canción para la güila"

Y es que hasta el porte de cantante profesional en medio de una grabación adopta, una mano tapando el oído, la otra medio levantada personificando el sentimiento de la canción, los ojos cerrados como imaginándose en otro lugar.

"Sólo bueno, verdad?"

Los pasajeros oyen atentos, se ríen y comentan; todos disfrutamos a nuestra manera sus canciones, hasta aquellos que les molesta sentirían un vacío el día que sepamos que ya no estará más.

"Mi novia se fue con un nica y me dejó botao"

Chayanne guapo te canta desde "En un pequeño motel" hasta "La camisa negra", la canción del marciano y "Hotel California", y nunca igual que la vez anterior.

"A ver si me dan 500 colones"

Termina y pasa por el pasillo recogiendo el coloncito que la gente quiera darle, pero hay que reconocer que, como muchos artistas, tiene su aire de divo y sólo acepta plata de mujeres.

"¿Qué es la vara? ¿Por qué sólo le acepta a mujeres? Yo le iba a dar"

Y es que si nuestro artista prefiere el público femenino es cuestión de él, como todo cantante vive por y para su público.

06 febrero, 2006

Esos momentos

Hay momentos, ciertas fracciones de segundo, en los que pienso: "Podría morir en este instante". Y no es que esté trayendo la muerte, o que quiera morir, al contrario son momentos en que me siento tan llena de vida que, si mi vida terminara en ese momento, moriría en paz.

Habrán algunos que al decir eso pensarán: "Ay no, cancélelo, ¿cómo se le ocurre pensar en eso?"... yo no, la muerte es un paso, es lo que viene inevitablemente y sentir esos momentos donde podría morir sólo me hacen querer vivir más, para saborearlos como corresponde.

Viene al caso porque hoy tuve uno de esos momentos, a pesar de las malas condiciones (en un bus, el sol en la cara, pocas horas de sueño, estrés electoral y sus quejas correspondientes, cansancio y una semana que parece que terminara hoy). A los minutos de arrancar el bus sonó algo fuerte en la parte de atrás, apagado por el sonido de la música que venía escuchando, pero no, nada pasó... sin embargo no pude evitar pensar, y si sí hubiese pasado algo?

Descubrí que podía morir feliz en ese momento, con la mejor música de fondo, con un libro a medio leer entre las manos, conciente de que estoy ayudando a otras personas, que indirectamente estoy dando esperanza a algunos que la han perdido, con mi San José que sin importar lo sucio, inseguro y molesto que pueda ser unas veces me cautiva con cada visita. Moriría con la satisfacción de tener gente a mi lado, de haberme equivocado mil veces y seguir adelante, de conocerme a través de otros y de querer tanto a algunos como a la vida misma.

Me iría feliz porque llené algún vacío, porque hice diferente la vida de alguna persona, porque al momento de encontrarme descansando eternamente cualquiera que me conociera lo necesario pensaría lo mismo que yo:

"Murió feliz, con ese disco en el discman, con ese libro entre las manos, de vuelta de un día cansado pero satisfactorio, después de grabar en su memoria al menos una imagen de San José, después de sentirse aún más orgullosa de ser tica ayer, con recuerdos de cada una de las personas que han sido parte de su vida, con palabras en la mente, de como podía haber muerto en ese momento"

Y esperaría que ellos, como yo, encontraran consuelo en saber que ese fue uno de esos momentos.

05 febrero, 2006

Lost and found

Decidida a que no me van a poner mis posts, voy a hacer un camino que lleve a esos claros del bosque, si sí me los devuelven pues podemos dejar ahí el caminito, pero ya me dí por vencida.

Túnel
El post de delirium tremens

03 febrero, 2006

Curiosidades polí-ticas II

Ya que parece que se nos acabó esto (o tal vez no, el domingo o lunes sabremos) no se puede dejar pasar el último fin de semana sin hablar de política, y siguiendo con aquel post de curiosidades aquí traigo otras.

El bus pasando frente a una pequeña casa que tenía una foto grande Oscar Arias al frente, una niña de unos 5 años de edad con su madre en el asiento de atrás.

-"¡Oscar Arias!... Mami mami, ¿ahí vive Oscar Arias?" dice la niña emocionada.

-"No, no creo mi amor" responde la madre dudando entre risas.

Una conversación de dos jóvenes universitarios reflexionando de las elecciones de este fin de semana.

-"Mae, es que no vio que hay un montón de muertos inscritos para votar?!"

-"Al chile mae? Por qué?"

-"Di no sé, salió el mae del tribunal diciendo eso ayer, a mí me parece una barbaridad, porque imagínese que uno se hace un makeover, va con la cédula del muerto y vota"

-"Uy mae, tiene razón, que varas eso"


Otra reflexión de un joven, esta vez en un bus.


-"A mí eso del gobierno de las madres no me convence, suena como si estuvieran diciendo que haya un montón de madres solteras porque el gobierno de las madres las va a mantener"


Y mientras escribo esto

"Unamos las manos con Otto Guevara"

Pasa una supuesta caravana al frente mi casa, el carro del frente con parlantes y la canción a todo volumen

"Otto, Otto"

La gente que los sigue grita, y tocan los pitos de los carros. Muy apropiado para este momento, que me pongo a pensar en tanta curiosidad polí-tica.

02 febrero, 2006

Nunca está tan callado... II

La puerta se abrió de pronto, ningún movimiento que delatara sorpresa, sólo un vacío en el estómago. Una voz fuerte se oyó en el umbral que dejaba entrar la luz de la luna llena a través de la puerta abierta

-"Usted"-dijo señalando a Don Jairo-"Acérquese"

Don Jairo se levantó, la mano en la cadera delataba su edad y el cansancio de una vida en el campo, Doña Luz no lo quería soltar, con un gesto cariñoso y una sonrisa a medias la convenció. Caminó a paso lento, sin embargo decidido, hasta donde estaba el hombre en la puerta.

-"Vea señor, vengo con mis hombres, vamos camino a la montaña, yo doy mi vida para buscar un mejor país para todos, una mejor situación, y a mí nadie me paga. Tenemos hambre y dos hombres heridos, necesitamos donde pasar la noche"

-"Nosotros no tenemos nada joven"

-"Busquen"

Y con esa palabra se marcó la noche, Doña Luz sacó toda la comida que tenían para el resto de la semana e hizo de comer, Don Jairo buscó como curar las heridas de los hombres que venían arrastrados por sus compañeros, mientras tanto los demás empezaban a mover la mesa, sillas y la pequeña cama donde pasan Don Jairo y su esposa las noches.

-"Dormiremos aquí, la cama será para los heridos, los demás en el suelo, ustedes encuentren donde"

Después de alimentarlos a todos se fue callando el estruendo, los guerrilleros se acostaban en el suelo y a los pocos minutos estaban profundamente dormidos, Doña Luz y Don Jairo salieron de la choza, se echaron sobre el pasto seco bajo la luz de la luna llena, él se quedo sentado y apoyo la cabeza de ella en su regazo, sin embargo, ninguno pudo tener un minuto de paz.

La madrugada siguiente se levantaron los hombres, recogieron lo que habían sacado e iniciaron su marcha, el hombre del umbral se acercó a ellos, con la mirada fuerte e inexpresiva.

-"Nos vamos, ni una palabra de todo lo que oyeron, ni que pasamos por aquí"

-"No se preocupe joven" dijo Doña Luz con un intento de sonrisa en sus labios.

Los guerrilleros se alejaron montaña adentro, la mañana y la jornada empezaban a asomarse, estas no entendían de conflictos políticos ni sociales, siempre estarían ahí sin importar que, porque no entendían razones para muchas cosas que pasaban, al igual que Don Jairo y su esposa.