Este es uno de los que he leído menos, lo he ojeado un par de veces pero nada más; conforme avanzo en las primeras oraciones me atrapa, no quiero dejarlo... el libro me cautiva, ninguna palabra es suficiente.
Una página tras otra, leo rápido, es un torrente de palabras; pero de un momento a otro blanco, páginas y páginas en blanco, numeradas pero en blanco. No hay capítulos, no hay títulos... sólo nada, sólo blanco.
En la búsqueda desesperada de palabras llega el final, reaparecen las palabras hechas un mar; un final hermosamente escrito, el final perfecto y regresa ese sentimiento de las primeras oraciones. Cierro el libro después de haber "terminado"... sin embargo realmente no ha terminado, falta tanto.
¿Qué hago con un final tan hermoso que no tiene desarrollo?
6 comentarios:
No estaremos leyendo el mismo libro??? Se parece mucho al que tengo en mi mesita de noche...
Saludos.
Me fui a tu blog y encontré que sí, parece que vamos a la misma librería querido. (Yo tengo varios así, vos?)
Saludos!
Pues la parte hermosa es inventarle el relleno, se tarda más tiempo que si solo hubiera que leerlo, pero se pasa bien.
Pues la parte hermosa es inventarle el relleno, se tarda más tiempo que si solo hubiera que leerlo, pero se pasa bien.
¿leerlo muchas veces???
Denise> Claro, tenés razón; el único problema es la prisa que tenemos a veces de terminarlo.
Humo> No creo querida, sería más bien poner un lápiz a danzar entre las páginas.
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