Hace unos días salen mis demonios en desfile a darse la vuelta por el bosque, prefieren los días felices, cuando todo ha salido bien y la sonrisa ha abundado en las caras. Mis demonios no salen solos, los traen, los llaman; me los enseñan repetidamente.
No son nuevos, llevan años por aquí; hay épocas donde no se atreven a asomarse, saben que hay algo más fuerte y más decisivo que ellos, huyen cobardemente, saben que morirán si salen; acertadamente se quedan escondidos, tomando fuerza para aprovechar un momento de debilidad y hacer estragos.
Mis demonios son palabras, son gestos, son tonos de voz; son frases reafirmantes de una realidad seca y ahogada. Frases con poder, que provienen de bosques distantes, grandes e imponentes; gestos en caras familiares y cotidianas; tonos de voz que a veces son dulces y reconfortantes.
Los demonios son lo que yo quiero que sean, pero a veces soy yo en función de ellos. Se quedan sentados mientras les doy mil vueltas, mientras los enredo entre los hilos que mido; se quedan tranquilos y yo les doy forma, les doy importancia, les doy tamaño.
Vengo cargando demonios vivos y muertos, los cargo y se acumulan. Ayer quise preguntar: "¿Y si yo quiero enterrar mis muertos? ¿Cómo hago?"
6 comentarios:
Desgraciadamente ya mi nombre es sinónimo…
“Un preso del instinto es lo que soy.
Estos instintos no los escogí.
Son esos mismos que llevan al cielo
y nos hacen romper con el tiempo.
Quien sabe cuanta culpa tenga yo.
A veces me molesta ser así
y a veces me enamoro del miedo a descubrir…”
Ah pues uno va a Puerto Soley, La Cruz Guanacaste y los tira al mar pa´que se pudran...
No. Ya hablando en serio. Hay demonios imposibles de enterrar, lo que se puede hacer es confrontarlos y decirles: "ya sé que estás ahí, pero no vas a joderme más, te llevo a cuestas y lo sé pero no importa". Pero hay otros demonios que se entierran, una vez que una comprende cuál era su función y por qué te los echaron a vos. Y hay otros, que una vez que los ves de frente, te das cuenta que en realidad son parte tuya y que al aceptarlos todo fluye y comenzás a ser vos misma un poquito más, porque negamos a veces nuestras partes oscuras hasta que toca adoptarlas como a hijas del alma.
jajajaja buenísima la psicomagia de la sirena... otra alternativa segun algoq ue leí y aun no termino de procesar son los sueños lúcudos...
Y en todo caso, acordate de aquello de hacerse amigo de sus propios demonios y mosntruos -total que pa todos hay campo en este creaturero-. Como dice 'mi amiga la Sirena' -jojo- hay que aceptarse, saberse una vasija llena de virtudes, y alguna que otra miseria miserable a la que no hayq ue darle más importancia que la que le toca!
yo creo ke los puedes manejar... pero te imaginas que no existieran esos demonios? quiza.. dejariamos de sentir tanto, pero por eso mismo debemos saber controlarlos., y saber cuando ocultarlos.
ujuju... "mi amiga la sirena" ¡no las vuelvo a llevar al cine!
Jajajajajajajaja!!
Lo siento!!
Por favor... de nuevo al cine, con nutella y sushi incluidos!
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