23 abril, 2006

Las Escripunturas

Hoy en la madrugada leí Pezenseco, la noticia de las Escripunturas (bueno, de las Polifonías en general) me sorprendió; todavía en la mañana cuando ví el periódico me parecía increíble que decidan quitar de los mejores espacios que tiene el suplemento. Sinceramente para mí es una gran perdida.

Recuerdo que descubrí las Escripunturas un domingo de vuelta de la playa, acostumbrada siempre a comprar el periódico aunque el resto de los amigos/compañeros de viaje no les interesara mucho leerlo. Estaba una amiga leyendo el Áncora para matar el tiempo y encuentra La soledad de un nombre, cuando lo terminó me lo pasó de inmediato y me dijo que tenía que leerlo. El resto de la conversación de vuelta se trató de lo que habíamos leído ahí, dándole mil vueltas a lo que estaba escrito... recuerdo que me pidió que se lo dejara, porque yo iba a encontrar La Nación cuando llegara a mi casa y ella no.

Desde ese día he seguido las Escripunturas, aproveché ese día que las descubrí para ponerme al día de lo que me había perdido hasta el momento, luego fue sólo de esperar que cada mes saliera alguna nueva en Polifonías. Se convirtieron en regalos, para mí y para quién necesitará una; un par de veces le regalé alguna a gente conocida y la reacción fue la misma que la mía... no sé si habrán seguido el rastro como lo hice yo, sin embargo puedo decir que hizo algo por ellos.

Ya se terminó el ciclo, al menos para mí tal vez el final no es tan malo como podría haber sido, Pezenseco es un escaparate de escritos, para los que lo leemos la pérdida va a ser un poco menor. Sin embargo, como dice Víctor Alba de la Vega en su último post, entristece y soy parte de esa tristeza.

Pd: La pérdida para Áncora es gigante.

5 comentarios:

Noctámbulo Desesperado dijo...

Yo también soy parte de esa tristeza.

Es más, llegué a la conclusión de que últimamente me he convertido en una persona que arrastra muchas tristezas.

Humo en tus ojos dijo...

Bueno, yo ya le opiné a Pezenseco y al Fusil... preguntándome cómo es que el periódico se va quedando con este suplemento cultural que cada vez se más hace más rimbombate, que cada vez publica con más frecuencia estos artículos elitistas y rebuscados -algunos rayando en el ridículo, ilustrados con fotos que ahí disculpen, tanta subjetividad, pero que son patéticas si saben a qué me refiero- , que para mí segregan segmentos en vez de tender puentes, con este vocabulario que deja a pie a los que no lo mastican, y prescindiendo de aquellos que escriben con honestidad. ¿Cuál es el sentido de un suplemento cultural que solo un fragmento de los posibles lectores logra decodificar? ¿Cultura muy cool para los que se sienten muy intelectuales, al precio de no estarle aportando nada a los que no lo son??? Si tan siquiera con una lupa pudiéramos encontrar algo que leer - en ese periódico, en ese suplemento- que valga la pena...

Anónimo dijo...

q triste no? :(
hay q abrir más bocas.

Ana dijo...

Pptso> Somos varios... cómo no dar importancia a tantas tristezas? Se nota que valen más los intereses de por medio.
Bienvenido al bosque! Por cierto, si te das la vuelta ayudame, trate de leer el Noctámbulo y me fue imposible!

Humito> Sí, tenés razón... como ya te dije, las cosas buenas siguen quedando fuera de los medios masivos. Triste!

Xtian> Bienvenido! La tristeza (y es que no hay más palabra) es de muchos, como le dije a Pptso... tantas tristezas y bocas ignoradas, no puede ser así.

Denise dijo...

sí, pérdida grande. Yo me leo algunas partes del periódico por internet y se va a echar de menos, pero no me extraña porque L.N. parece estar cada vez más interesada en cosas que venden, el arte plástico, la escritura, la literatura, el teatro, la danza: nos llenarán mucho a los que llevamos algo de eso en el código genético, pero llena poco los bolsillos.