De un recóndito lugar lejano, un caballero un poquitico algo, me mandó la luna.
Y la luna tan coqueta le hacía ojitos pizpiretos a las damas de vientre eterno que yacían en sus lechos.
Decidió regalar la luna 3 niños de la noche, que le lloraron y gritaron por el horizonte.
La primera era hija de ella misma, hija blanca y suave de la luna; con las manitas negras y ojos de estrella.
Nació un chiquito café con leche, dulce y amargo que grita y llora mucho, pero sus lágrimas son grandes y pesadas, en ellas sólo amor.
El hijo último es hijo del maíz, con su pelo negro azabache como agujas negras. Los ojitos rasgaditos y muy callado. Boca negra, como cacao negro.
4 comentarios:
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¿está es de las historias que escribiste allá donde respiramos por la nariz cuando tenías un escribano al lado para tomar notas de tu dictado?
mas de esas historias porfa, me encantan, gracias...
Humito> Sí, esta me la trajo alguien en un mensaje y salió lindísima.
Djtopo> Trabajamos en eso ;) Gracias!!
Que linda historia, me recuerda una canción de Mecano :o)
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