01 mayo, 2006

Viviendo momentos postmodernos

Ya que soy víctima de un bloqueo mental de grandes magnitudes gracias a palabras que quieren salir pero se arrepienten, voy a seguir el rastro de Humo inspirador de los momentos postmodernos.

A mí me parece un relajo eso de negar momentos postmodernos, ya lo dije donde Humo, sin embargo como dice acertadamente Mi amiga la sirena (última vez, lo prometo!!) es eso o decir:

"Mirá, es que la conocí por medio de un blog... Es una vara donde escribís lo que querás... Sí, es público, cualquiera lo puede leer..."

Y terminás casi dándole la dirección del bosque con todo y mapa o sabiendo que van a darle vueltas y vueltas a esto para encontrar el punto de encuentro.

Entonces sí, hay que tejer grueso y delgado o en mi caso, medir los hilos largos y cortos para encontrar esas convenientes historias que niegan el postmodernismo pero dejan continuar con la catarsis anónima en cuestión.


Pero hay que vivir los momentos postmodernos para poder negarlos, planeás esta excursión a tierras santas y te vas cargado de hilos para poder acoplarte a la pregunta que aparezca en el momento preciso. Total, siempre estarán a mano las respuestas del Foro de Comunicadores (cortesía de Maya) o como dijo el querido Zuzu el Culto Satánico (que después que lo pensé tiene sentido con el Comando Marañón).

Como dije en el post anterior, los momentos postmodernos son suavizadores de expresión; con una ventaja gigante que aparecen en el tiempo y lugar indicados; que juntan profesionales y no profesionales en la materia para dar terapia de grupo (y no es esa terapia de grupo de "Soy Ana, tengo sangre provenzal"... "Hola Ana!!"). Terapia tratando de lidiar con creaturas, infumigables, innombrables, idiotas, pendejos (as) y fulanos difíciles de manejar en solitario.

Son necesarios estos momentos, si después hay que negarlos pues no queda de otra; podrán venir unos muy decididos a decir que total qué importa, que para qué hacer "tanto conflicto" por cosas tan simples. Lo que no se sabe es que ni hilar, ni medir, ni cortar es un conflicto, al contrario, es parte del postmodernismo.

3 comentarios:

:: Cianuro :: dijo...

Esos encuentros postmodernos son super interesantes... al final, la gente virtual se convierte en realidades, y la complicidad de la palabra cibernetica es importante pero no indispensable..

Respecto a lo de "como se conocieron?" pues que te dire? creo que yo responderia "ni me acuerdo", o "amigo de un amigo de una amiga", o "en una orgia..."

todo para que el otro no pregunte!! jajajaja

PS: Comando Marañon Rules!!!

Ana dijo...

Querido Comandante Marañón> A veces no es tan fácil, habrá algunos a los que esas respuestas llevarán a más preguntas, en especial la de la orgía, jajajaja!!

Anónimo dijo...

Llévela suave comandante!!! Me apego a lo que dice, bueno no a todo... porque conforme crece la revolución posmoderna, no importa tanto como comenzó, o dónde... si no para donde va con sus hilos y sus semillas.
Eso sí, me opongo firmemente a la explicación de la orgía! :P Es como mucho con demasiado!! ¡o no??