31 mayo, 2006

En lo que restó de mayo


Las canciones, como las miradas, hacen sentir un vacío en el estómago


De todas las muertes la peor es la que padeció de indiferencia


"¿Por qué teniendo cien hectáreas de talento me preocupo de cultivar sólo una?"


Hoy la banda sonora de mi vida tocaba una canción que yo no conocía


A veces bastan las palabras brotando de la punta de los dedos en un teclado ajeno (o lejano, confeccione a su gusto)


Recordé que la lluvia lava las penas, y cayó un aguacero

4 comentarios:

pezenseco dijo...

Dichosa, porque a veces toca recordarlo en días tan soleados...

Humo en tus ojos dijo...

Pues entonces cantemos ¡ que llueva que llueva la vieja de la cuevaaaaa!!!!h

Sirena dijo...

Ay Anita... es que cuando te sale, te sale... Hmmmm es lo que yo digo: la mejor poesía se escribe en desamor...

Ana dijo...

Víctor> Sí, eso me hizo muy feliz. Se lavaron las penas.

Humo> Pero que no abusen, ya después no para de llover.

Sirena> Ah sí? Quedó bien? jaja... te digo lo mismo que a la Humo, pero que no abusen!