09 mayo, 2006

Identificaciones

Un tubo de lavatorio se identifica con su colega de la ducha, cuando lo abren decide pasarle su torrente de agua a su colega, amigo, compañero. Armonizan su flujo de agua, fluyen a la misma intensidad. Las forasteras no entienden, se ríen... no supieron entender que a veces entre tanta soledad le hace falta identificarse con algo más.


Un lente se identifica con el paisaje, con azules, amarillos, verdes, rosas, blancos; luces de colores en el fondo negro; con agua, tierra, viento, fuego; parcas, humo, bosque, sirena, marañones sin semilla. Se apodera de tanto que encuentra, lo hace suyo, se identifica. El lente también quería sentirse menos solo.


Alguien se identifica con explicaciones de un estilo de vida que no fue suyo, que no pudo entender, en el que no supo entrar y cree que no es para él ni para nadie más. Se identifica con una vida que pudo ser la suya, pero que se escapó de ella; ahora justifica. La soledad puede irse a veces con las explicaciones.


Un hijo se identifica con su procedencia perdida, con nuevas historias y aventuras; con tías que no lo dejarán ir más. Encuentra chineos, otros significados de la misma carretera y el mismo horizonte que hace tiempo era diferente, que hace menos tiempo estaba guardado con llave y que ahora recuerda agradable compañía. Ese hijo se identificó con la compañía, esa de todos los días y la nueva; hoy está menos solo.


Las palabras se identifican con el viento, con el aroma a playa; fluyen de las páginas escritas hace años; cuentan una historia y vienen en cantos que dicen que son fatales, a mí me suenan dulces. Las palabras a veces se leen dentro de la cabeza, pero cuando llegan al oído cantadas se identifican y se sienten menos solas.


Una se identifica con las otras, las otras con ella; hay canciones, frases, historias (aceptadas y bloqueadas). Realidades paralelas que se fueron uniendo poco a poco, estas vidas no son como los rayos de bicicleta, son como los hilos; hilos que se tejen grueso y delgado, se unen, se enredan y se desenredan. Cuando se desteja quedarán ahí, ondulados... con la huella de cada tejido y cada nudo. Ellas se acompañan, se identifican y no estarán solas.


6 comentarios:

Humo en tus ojos dijo...

EY no se valeee!!!
Me pusiste a leer esto antes de irme a dar clases y ahora tengo 10 min para recuperar la compostura... porque las profes no llegan a clases con lágrimas, ni dulces, ni saladas en los ojitos, Y yo voy a tener que decir que es el clima provenzal tan aguado en mayo, que me mete el humo en los ojos y me los pone así...

jaguar del Platanar dijo...

Esas piernas me parecen conocidas!

Ah sí!, las he visto en otros blogs.
Se ve que disfrutaron bastante el paseo.

¿Cuál es la anécdota de los tubos?

Sirena dijo...

¿cantos fatales? Como los de Enrique Iglesias... ja ja :) ¿y por qué tantas soledades?
(la voz del super yó dice "ay sirena... siempre preguntando cosas, ¿no podés decir que el post está hermoso y que qué lindo todo y ya?)

Denise dijo...

Pues hasta da envidia (mi abuelita siempre agrega "de la buena") ver que la pasaron tan bien, que se llenaron de buenos momentos el corazón y que el buen Simón también recibió su parte.

Y como dijeron arriba... estas piernas empiezan a ser las más conocidas de la blogosfera!

Un abrazo

Ana dijo...

Humito> Tampoco se valía conmigo que estaba en media clase... jaja!!
Solo decí que tu corazón está ardiendo y por eso el humo se te mete en los ojos; pero que es un fuego pequeñito y controlado.

Jaguar> La anécdota de los tubos?! Post o comentario?... hhmmm, dejá lo pienso.

Sirena> Que sé yo?! A veces uno estaba solo y no se daba cuenta hasta que tiene a alguien ahí para momentos críticos (eso también aplicará así, que nadie sabe lo que no tiene hasta que lo tiene?... interesante!)
Espero que esa voz de super yo no tenga el mismo sonido de la de no rayar en puentes.
Abrazo a vos y a Simón.

Denise> Jaja, pero si vas para el sol veraniego de Tenerife... si sólo obviamos el detalle de los suegros!
Esas 4 piernas y la cola de la sirena, a que no habían visto la foto de una sirena encallada en Pto Soley nunca.
Saludos y un abrazo para vos también.

BuddhaJesus dijo...

Lindo texto :) El Último Bosque, me gusta