Algunos días decido bloquearme, no van a salir ni entrar pensamientos, dejo que todo pase poco a poco y que las horas se vayan comiendo el día; no es la mayoría de los días, son pocos, pero a veces es mejor. Esos días evidentemente no escribo, ni hago el intento; ya había decido que no iba a salir nada.
Hay otros días que no quise bloquearme pero pasó; "A veces hay mucho que decir" me dicen, yo digo (insisto con el post anterior) que tal vez no sea mucho que decir, si no son las ganas locas de decirlo las que a veces traban las palabras. No tiene que ser algo muy importante o trascendental, a veces dan muchas ganas de decir algo simple, y entonces parecés un chiquito cuando está emocionado contando y contando algo pero al final no se le entendió nada.
Días como hoy tengo mi mente ubicada en otras cosas, sin embargo en esos momentos se me destraban las palabras; tengo que encontrar un agujerito entre tanta cosa (aunque sea a las 2 a.m.) para poner al fin las palabras que salían y salían mentalmente. Le decía a un amigo un día que las cosas que más me gustan se me ocurren cuando estoy estudiando, creo que es esa manía de tratar de explicar a mi manera las cosas que ya me explican de otra.
Hoy leí en el libro del examen que las rutas que podríamos seguir en nuestras vidas no son paralelas, que se asemejan a los rayos de una bicicleta; empezando muy juntos pero separándose cada vez más mientras se alejan del centro. Decía que cuando vamos creciendo, la separación entre nuestra ruta y las demás aumenta y las otras rutas parecen más difíciles. "El pensamiento de brincar el trecho de separación hasta una de esas rutas se vuelve aterrador".
Sí, tiene sentido. Después de pensarlo me di cuenta que para mí no, porque si no quiero escoger una sola ruta qué? Por qué no podrían ser paralelas? Por qué no hasta llegar a unirse en un momento? Me están diciendo que: "O sos esto o sos aquellos, las dos no" y eso ya no me pareció.
Yo no quiero brincar... bueno, sí quiero... pero quiero más poder doblar los rayos de la bicicleta y cruzarlos, separarlos, unirlos y dejar sólo los que yo quiera. Probablemente ya así con los rayos hechos un colocho no sirva, pero no me importa, total... ni sé andar en bicicleta.
5 comentarios:
Me encanta como cerraste el post Ani, un final genial.
Y sí, yo creo que uno puede ser lo que se proponga. Impossible is nothing.
MMMM... queridina! Es que eso no es una rueda de bicicleta!!! SON HILOS!!! Y vos los hilas y los administras para que tomen un diseño con el sentido que vos querás!... si se hace un nudo, ya sabemos quien se encarga de eso... y si se hace pelusa... con la pelusa se hace un hilo nuevo!
La alegoría del hilo y del tejido es interminable, como los textos, que también son un tejido, o un laberinto sin centro ni límites, para el cual no serviría ningún hilo de Ariadna... Sin cruce de hilos no habría ni tejidos, ni telas de araña, ni textos, seguramente ningún lenguaje, ni Internet, etc... ir en una sola dirección y en línea recta parece una opción aburrida y desolada, digna, en todo caso, sólo de una máquina (y lo más probable que hasta de una máquina tonta). Ni siquiera la evolución funcionaría si la naturaleza o la vida sólo hicieran "intentos" o "pruebas" en una sola dirección, etc... Yo prefiero pensar la vida como un texto, y el texto como un tejido (en todos sus sentidos), y el tejido como un laberinto sin fin. Además, si uno sólo anduviera en línea recta nunca se cruzaría con nadie. Ánimo en tus desvíos.
Yo me trabo tanto que publico entradas una vez al mes. Tendré que echarme de ese aceite 3 en 1 pa ver si acaso?
Me destrabo cuando tengo estoy solo con un papel...y silencio.
Una vez al mes, que mal!
Flo> Jaja... es que en serio no sé andar en bici!! :'(
Humo> Ya decía yo que lo que decía el libro no tenía sentido... claroo, son hilos!!
Víctor> Al mismo tiempo entonces la vida como un laberinto sin fin, con más de una salida y entradas, con pasajes nuevos con cada palabra. Gracias por los ánimos! Saludos!
Jaguar> No importa la cantidad, importa la calidad querido! Tampoco somos máquinas como dice Víctor.
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