23 octubre, 2006

El segundo paso...

Hace meses daba yo el primer paso y el primer paso lo dí mil veces, el segundo pues... no sabía ni siquiera cuál era. Habían unos que no me convencían, como aceptar que sólo una fuerza superior nos va a sacar de ese "abismo" en el que estamos; pero claro, el dramatismo aplica en las reuniones de AA. La explicación más dulce del segundo paso la encontré aquí, y hasta nos atrevimos a decir que era de las cosas más bonitas del mundo mundial.

Entonces entre los comentarios se encuentra uno muchas cosas, y le decía Víctor a Humo que:

"Como dice Sabato al principio de El Túnel, "la frase 'todo tiempo pasado fue mejor' no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que -felizmente- la gente las echa en el olvido..." Al menos de vez en cuando habría que pensar que todo tiempo futuro puede ser mejor."

Yo siempre he pensado que tener buena memoria es una cosa maravillosa, acordarse de todas las fechas y todas las conversaciones; de lugares y de calles recorridas, de frases y de melodías; recordar detalles pequeños que resultan bonitos porque demuestran cariño y atención. Pero, como todo, tiene su parte no tan agradable: recordar perfectamente caricias y palabras que sería más sano olvidar; no poder dejar ir malentendidos o conflictos y hacerlos una bola de nieve. Repetir mil veces palabras que no se oyeron dulces y causaron dolor.

Ahora que mi memoria ha sufrido los efectos de todo este proceso que me ha tocado vivir recientemente pues muchas cosas han cambiado. El Dr. Botón dice que es normal, que muchas veces los efectos de las cosas que le ponen a uno para operarlo y luego contra el dolor causa eso. Sirena me dice que también puede ser de la carga emocional de las cosas que pasan. Yo pensé un día de estos que me sentía estos días más como protagonista que como espectadora, y que no se acuerda uno igual de lo que pasa cuando está en un rincón viendo la vida pasar que cuando se vive de verdad.

El pasmado/valiente y yo llegamos a la conclusión de que es mejor así por muchas razones: se me olvidan las cosas malas y las buenas son tan buenas que las tengo siempre presentes; y aunque a veces tiene que decirme todo mil veces porque no me acuerdo aún le resulta adorable (que no sabemos cuánto durará ese efecto). A mis amigos sí les pido disculpas porque sé que da pereza estar repitiendo las cosas y que se me olvide llamarlos o los planes que teníamos, o lo que es peor las historias que me cuentan y quién es quién y dónde aparecieron. Pero al mismo tiempo todas las historias se me hacen interesantísimas por más que me las cuenten tres veces o que se las cuenten a alguien más y ya la haya oído.

Así que bueno, creo que con un par de agendas y cuadernos puedo salir bien de compromisos que sí NO se me pueden olvidar; por lo demás creo que mucha gente ha vivido así siempre... sin acordarse muy bien de las cosas. Es sólo tomarle el gusto a esa memoria de teflón.

5 comentarios:

maya dijo...

Las cosas a veces se dan x causas que desconocemos... yo a veces no sé si creer o dejar de creer en el destino... pero es que a veces... las cosas pasan sin que nos demos cuenta del xq... que x lo general, llegamos a descubrir mucho tiempo después...
Un abrazo vecinita...

Anónimo dijo...

¿despiste? ¿memoria selectiva? mientras siga siendo una cosita adorable, pues esa sos... y como dijiste, entre agendas y libretas lo demás es llevadero! un abracete!

Humo en tus ojos dijo...

Yo sigo pensando que es temporal... y paciencia mientras se asientan los nuevos cauces!

Sirena dijo...

En todo caso, tenés al Venenoso querido, que es experto en el manejo de la memoria de teflón...

:: Cianuro :: dijo...

jajajaj.. pues si.. como dice sirena, yo soy experto en el antiadherente mundo de la memoria de teflon, y definitivamente una agendita, un cuaderno, las alarmas del cel y la gente que te quiere son mas que suficientes para salir adelante... es cosa de recordar lo bueno.. nada mas