30 octubre, 2006

Montaña rusa emocional

Ayer estaba escribiendo una historia de un vestido de colores en la ventana de una tienda, que se me adhería a la piel y no quería irse jamás. El mismo vestido con el que bailaba calypsos, el mismo que hace unos meses dije que al día siguiente quería usar. Pero hoy en la mañana ya no veía un vestido de colores, buscaba fotos para postear y todas me parecían que no eran el que yo imaginaba.

Leí de nuevo lo que escribí y ya no sonaba dulce, ahora era forzado y falso. El vestido de colores no se movía cuando daba vueltas, era largo y cerrado. Entonces busqué otras palabras, las puse por aquí y por allá; borré otras que no calzaban y terminé por dejar en blanco la ventana de la entrada que estaba escribiendo.

Con la ventana en blanco siento como ese vacío cuando baja el carrito de la montaña rusa después de su punto más alto, pero lo siento en cámara lenta y me pregunto si se puede sentir en cámara lenta. En esos momentos sonrío a veces, pero dicen que mis ojos siguen estando como idos, tristes; y yo no sé... no los puedo ver.

10 comentarios:

analu dijo...

Uno debe ayudarse... culpar a las hormonas por las montañas rusas emocionales siempre es alijerarse el peso jeje.

Y bueno... todo lo que sube tiene que bajar dicen... y yo diría que con las emociones funciona así y a la inversa... ya vendrá la parte alta de nuevo :)

pezenseco dijo...

Uno siente en cámara lenta y en cámara rápida y hasta sin cámara... Yo soy pendejo y odio las montañas rusas, pero recordé al leerte ese tobogán de agua del Parque de Diversiones en el que un día me tiré o me tiraron y al final me tomaron una foto y así aunque yo no podía verme los ojos a la vez de miedo y emoción alguien sí me vio y hasta me puso, así, sin yo pedírselo, ya ves cómo son las cosas, en una foto que todavía por tengo por aquí en algún lugar...

Julia Ardón dijo...

Vestidos lindos hay en las tiendas en estos días...me gustan los vestidos, es lo más lindo que nos podemos poner las mujeres...

Para mi un vestido es una fiesta.

Anónimo dijo...

Podés andar con el vestido menos vistoso... te vas a ver hermosa igual.
La ventana en blanco, la página en blanco... ayer vi una pleícula en la que el protagonista, que es escritor, le dice a un chiquillo "para escribir hay que escribir, luego revsias y piensas"... lanzate! :-)

Anónimo dijo...

Definitivamente entre tú y yo hay algo que nos conecta más allá de los bits y este código binario. ¿Cómo es posible que tú y yo centremos el mundo por un instante en una simple ventana?
Recordarás que hoy escribí nuevamente en mi blog, y lo hice pensando en tí, entre otras cosas. Y el eje es también la ventana.
Ay Anita.
Qué grande que sos.

Sirena dijo...

Pues... esta es una misión para café con sirena

Humo en tus ojos dijo...

Mmm...sí, sí... divinos los vestiditos... están tan pero tan 'in'. Además en los últimos meses te has puesto unos de colores que te quedan pero preciosos.
Pero vos sabés. QUe hay vestidos que no nos favorecen y nos quedan esperpénticos aunque en la tienda sean un sueño.
Entonces a las mujeres nos toca ponernos pantalones. Y ser las juertes ;). Y eso, sí que es lo más lindo del mundo mundial.
Cuando es así, no importa si al día siguiente te levantás y ya la ropa que tenés no te queda o no te gusta. Aprende uno a buscar donde encontrar las cosas para coser y tejer lo que mejor funciona para ese día. Y si eso queda feo y chueco, aprendemos que ese día lo más cómodo es no ponerse nada, y que no somos menos fuertes por enseñarle el pellejo al Sol.

Anónimo dijo...

... Y entonces uno debe dejar el lapiz, o apagar la compu, porque las ideas se estan fugando por un caño, y lo mejor huye al limbo... y lo bonitp... se empieza a degenerar...

Julia Ardón dijo...

Es que no se puede ser fuerte en enaguas?

Humo en tus ojos dijo...

ANita y si para acabar con la des-metáfora nos pintamos las uñas de rojo las chicas Parcas???...como las chicas superpoderosas solo que con vestiditos de calypso y uñas largas ¿te apuntás???