28 abril, 2008

Hay días que simplemente no

Hay días como inventados por Murphy, seguro tenemos un número y salimos al azar un día cualquiera... sin embargo, la mayoría de veces esos días para mí ni siquiera empiezan bien. Siempre es un día que desde la noche anterior causa suspiros de tipo lamentos. Como ayer en la noche con el casi completo Comando Marañón mientras pensábamos que hoy era lunes y QUE MAL.

Entonces estoy entre Murphy y la mala vibra que anda tirando uno, mala vibra que se le devuelve en platos que se rompen, bolsas llenas de goma blanca que estallan y ver pasar dos buses seguidos que no se detienen en la parada donde está uno.

Y es que falta que ese día se complemente con todos los "no deberías hacer eso" de la persona que más debería estar ahí. A veces los esfuerzos se quedan cortos, a veces tengo memoria a corto plazo; a veces me despierto: olvido los días buenos y recuerdo sólo los malo... está bien, pero en esos días más deberías estar ahí y vencer a Murphy o barrerme con una caricia la mala vibra.

*hoy es un día que simplemente no quiero poner enlaces... la investigación es por cuenta propia.

10 abril, 2008

A pasitos cortos, llega LA semana

Esta semana resultó ser LA semana, que dulce se pone la vida cuando llena los días de felicidad... pero más dulce se pone cuando la felicidad la compartimos todos y se siente casi propia.

La dulzura del plural inconsciente se engrandece con el paso de los años, de los momentos y de la vida... también se multiplica a otros que han llegado y hacen de ese plural un pluralísimo gigante (tal vez no en cuerpos pero si en cariños). Entonces nos vemos llenos de extensiones del Comando Marañón que se sienten sumamente propias, como muy propia se siente la felicidad que hace de esta LA semana.

Así como ya explicó la Sirena, dos de los miembros de este plural inconsciente (donde uno de esos es la aquí presente) finalizan su tarea, tarea que resulta ser una tareota de años y muchos pero muchísimos esfuerzos. A punto de empujones nos fuimos ayudando cuando cualquiera de los dos nos quedábamos sin pilas, y siempre siempre hubo abrazos en el momento indicado. Yo siento este evento del jueves muy de todos además de mío, las gracias son infinitas al Comando por estar aquí hasta en las buenísimas para celebrar. Y a mi compañero de celebración del mísmito día (con una diferencia de horas) un felicidades enorme por ser ya casi oficialmente el Licenciado Cianuro.

Además de esto los hilos se tejieron de manera de que al día siguiente Humo se nos casa finalizando más exitosamente que nadie una tarea asignada un viernes santo, donde ninguno de los presentes aquella noche pudo haber sabido que dos años y 4 días después estaríamos celebrando como él pasa a ser parte de nosotros (pero sólo celebrando más, porque desde hace mucho es parte del plural). Ahí estaremos todo, siendo felices y llenando a estos dos miembros del plural de todos los mejores deseos que nos imaginamos, para este nuevo camino que se llena de manzanas rojas rojas (aunque un poquito quemadas) y verdes.

Y hablando de esos que entran al plural también es de estos días celebrar como todos vamos empujando un carrito que atraviesa un istmo completo, como hay alguien que a partir de historias y amuletos se suma a nuestro plural. Esa alegría también es muy nuestra, de que tengás vos tu lugar de paz que se sostiene con hilos donde la geografía no llega... Esta semana celebramos todos, que lo diga tu invitación a la boda con un 2 muy muy presente.

No puedo pedir más, esta felicidad es tan mía que no podría explicar como también es de ustedes tres.

08 abril, 2008

Por consiguiente...

Lo mejor de atreverse a tirarse al agua es saber que estamos seguros, de una forma u otra; porque a pesar de que no sé si puedo nadar o no (además no sé si lo necesitaré) lo que no puedo dudar es que a la orilla estarán quienes lleguen a mí para sacarme del agua en el momento que llegue el último respiro. Están quienes llevan años estando, los que están hacen un par de ellos, los que se fueron a dar un paseo y regresaron... están los que apenas dan los primeros pasos por estos lugares y aún así están todos dispuestos a "sacarme en caso de peligro".

También debo decir que parte de esa dulzura de tirarse al agua es volver a esas palabras que se oían antes, a esos sueños que quedaron a medias y ahora regresan no para ser retomados, si no para ser reestructurados. Volver a las tardes de sol y planes interminables... a pesar de todo aún me siento caminando a pasos cortos y lentos, aún siento que falta algo que me haga preferir estar dentro del agua.




*El "Por consiguiente" se da a partir del comentario de Sirena en el post anterior.

**La imágen es de SAB687

01 abril, 2008

Confesiones a medias

Yo tengo que dejarlo salir de mi boca en palabras, perderle el miedo de aceptarlo a otras voces... Tengo que sentarme un día y dibujarle un camino entre nublado y soleado por el que caminará para salir al mundo, mi mundo.

Tienen que saberlo ellas, pero a poquitos porque da miedo... pero el miedo es para mí conmigo misma, sólo que resulta eso de proyectarlo en ellas.

Entonces lo digo: no es salir a mi mundo, es dejarlo entrar de nuevo al lugar de donde decidió alejarse sin más (y aún cuando lo escribo cuesta, porque como lo digo estos días, aún no logro dejarlo atrás).

No sé si será un error, no sé si así tiene que ser... pero hay decisiones que no se aplazan, que no se piensan infinitamente; hay momentos de decidir si brincar al agua hasta sin saber nadar o si dar media vuelta y dejarlo atrás, pero estando en la orilla no se llega a ningún lado.

Me lanzaré dudando si realmente sé nadar... sólo espero no necesitarlo.