28 febrero, 2009

- un día él se levantó y tuvo un mal día, todos los planetas se alinearon y fue un mal día, por lo tanto decidió mandar al diablo a los planetas y hacer él mismo malos días. consiguió el trabajo adecuado como chofer de autobús y se cambiaba de carril cada vez que el del otro lado avanzaba más lento, frenaba disimuladamente al divisar un semáforo a un par de metros de distancia y pedía en silencio quedar atrapado en un rojo, contaba cada pasaje recibido dos veces y tres el vuelto, dividía las monedas según denominación y color... así llegaba a la parada final con una sonrisa escondida, sabiendo que todos empezaron un mal día y los planetas no tuvieron nada que ver.

1 comentario:

Sirena dijo...

¡qué perfecto cuentito! se convirtió en un semidios, con poderes malignos...