25 noviembre, 2012

Creyentes

Envidiar a los creyentes y esa seguridad de que todas las cosas pasan por algo, de que todo lo que no llega no tenía que llegar. Porque hay algo más grande, más sabio, más fuerte que tiene la seguridad de que no tenía que ser.

Envidiar a los creyentes y su alivio de que si la vida camina de la forma en que lo hace es porque así tiene que ser. Alivio de dejar ir, alivio de no pedir más, alivio de cruzarse de brazos esperando que llegue a su tiempo, todo 'como dios quiera'.

Esa envidia de no comerse viva preguntándose '¿por qué?'

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