24 junio, 2012

Reconciliarme

Lo mío es reconciliarme en sueños con el pasado. 

Así como soñarte anoche, pero no las que somos ahora, sino las que fuimos hace más de 10 años. Fugarnos de la clase, recorrer todos los pasillos, encontrar esas figuras que hicieron tan mal su trabajo. Y decirte que te quiero, así de fácil, sin nada que haga ruido suficiente como para que termine en silencio. Besarse, abrazarse... a escondidas, pero hacerlo. Porque poco importa que la gente no lo entienda si nosotras lo entendemos. Y soñar inmediatamente después con la casa de antes, pero siendo la casa de ese momento, y buscar un pedazo de tela en los mismos rincones de la adolescencia. Las mismas repisas, el mismo desorden. Ese pedazo de tela, ese amarillo, esos colores. Esperando encontrar todo, por fin tenerlo todo, para ir a buscarte de nuevo.

Es hacer las paces con todo lo que no hice antes, porque no había forma de hacerlo antes. Acá no caben reproches, ni arrepentimientos... a la vida la armamos de esta manera. No conozco otra forma de haberlo hecho.

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