31 marzo, 2006

Cauces

Estoy encontrando gente diferente, que cree que no dice pero en realidad dice más que los que pretenden decir. Los que sus palabras son dulces e inocentes porque yo las tomo y las hago parte de mi mundo, las deformo, las moldeo, las dibujo, las escribo...
Esto para una de esas personas, por decir algo a su parecer muy simple, al mío tan profundo.

Ya me había dicho Sirena que el cauce se puede ir formando a como salga el agua, mientras yo sentada esperando cauce, rondando el bosque tratando de encontrar un leve signo. Algunos días casi me levanto con pala en mano a hacer el cauce

"Ahora es que lo hago, a mí que me importa, mientras logre que salga el agua..."

No sé porque a veces todo tiene que ser a la fuerza, que venga ya, que venga, estoy esperando, este es el momento, lo quiero yaaaaa. Pero no, las cosas no son así, el que se desespera sale perdiendo y las cosas no son siempre como uno quiere (tomando en cuenta también que muchas veces no sabemos ni que queremos).

Entonces hoy me dicen que el cauce no tiene que aparecer donde uno quiere, se forma por razones importantes, me hablan de la inclinación del suelo, me dicen que el cauce aparece donde el suelo tiene mejores condiciones, donde más se deja... Agua para quien se deje querer...

Estaba yo engañada

-¡Nunca había pensado eso!
-¿No?
-No así como lo acabo de pensar...

Yo estaba esperando llegar un día y encontrar un cauce casi infinito, ahí sí, dejemos salir el agua, todo está listo. Sé a donde se dirige, por donde avanza, donde termina, en que lugares hay sombra y donde estará el sol, donde se empoza y donde corre el agua rápida y caudalosa.

Así pierde la ilusión, estaba esperando lo que nunca he querido, vivir predeterminada, encontrar lo que sé que voy a encontrar... estaba esperando estar segura de todo, mientras la inseguridad me llena de vivencias inesperadas... buenas o malas, pero inesperadas.

29 marzo, 2006

Pasillos ausentes

Camino silenciosa
dando vuelta en las esquinas
siguiendo un murmullo dejado tiempo atrás
persigo un rastro de recuerdo
aliado al olor que me lleva de regreso a unos brazos


Me divido entre paredes
tratando de abarcarlo todo
me devuelvo
camino
corro
a pasillos
pasos ausentes de todo
ausentes de mi

27 marzo, 2006

Sueños

Ya se volvió costumbre (sin embargo es de esas costumbres que no me cansan), estar soñando lo mismo cada noche, con ciertos cambios, incorporando un poco de lo vivido en el día, de lo pensado, de las imágenes que no vi pero quedaron en mi mente; pero ya hace bastantes días sueño lo mismo.

Todos los días es distinto, algunos sé que estoy soñando, otros me dejo llevar y podría jurar en sueños que es real, otros me parecen una realidad soñada, en fin... cada uno se maneja diferente.

Son sueños agradables, que tatúan sonrisas, afortunadamente no es una pesadilla repetitiva, he tenido épocas que he tenido que estar soportando los peores sentimientos al cerrar los ojos, no las quiero de vuelta.

Como todo sueño tiene que terminar, y aunque hay días que el rastro que deja es dulce hay otros que deja una espinita que dice "Ah si... obvio... estaba soñando"

24 marzo, 2006

"Ven y déjate querer"

El lunes me cantaba Guillermo Anderson "Ven y déjate querer", de corazones que se quedan en las playas, de no irse, de quedarse donde el corazón; terminó con un "Déjense querer un poquito"... tan simple de oír y tan difícil de entender, de hacerlo, de creerlo.

Y después las canciones van tomando forma, las frases dejan de ser de otro para ser mías, y un murmullo repite un "Déjate querer" en el oído; se lleva en la piel, en el alma, en la sonrisa.

Fue algo que quedó en los que me rodeaban y con cada alusión una mirada cómplice se encuentra con la mía, dice la frase con los labios entre cerrados, me recuerda (por si lo estoy olvidando), que hay que dejarse querer.

Cuando las palabras botan paredes, abren cauces y van fluyendo con el agua hay que tenerlas presentes, recordarlas, repetirlas.... creérselas.

19 marzo, 2006

Quise explicar

Quise explicar el por qué no estar aquí más seguido, pensé en mis culpas, en los libros, en lápices que hacen berrinches, en las actividades culturales, en los amigos, en los otros amigos, en la gente que viene llegando, en las tardes soleadas, en el querer recibir pero no dar, pensé en explicaciones.






Quise recordar que no eran necesarias, que las culpas se manejan, que los libros se leen, que los lápices se sostienen entre los dedos, que las actividades se observan, que los amigos estarán, que los otros amigos están, que la gente viene llegando y se queda, que las tardes soleadas duran 6 horas, que es bueno recibir y no es necesario siempre dar, recordé que el tiempo pasa igual.

16 marzo, 2006

Suavización exponencial:Esquema que pondera los datos recientes con mayor peso que los datos pasados.

El valor asignado a α determina cuánto peso relativo se le da al coeficiente de ponderación de la observación más reciente al calcular el pronóstico del periodo siguiente.

α es una constante especificada por el usuario tal que debe ser un valor entre 0 y 1.

13 marzo, 2006

Nacimiento de una ilusión

Me tomó desprevenida una tarde ventosa y fría, no por eso triste, estaba a lo largo; volví la mirada y vi un parpadeo, una luz tenue, ahí nació la ilusión, entre gente que pasaba y no sabía, no entendía, no quería ver; gente a la que realmente no le importaba.

La guardé, "No vaya a ser que caiga en malas manos" pensé, pero en realidad la quería para mí; no la estaba salvando del abandono y la indiferencia, me la llevaba para salvarme a mí misma. Se quedó tranquila y siguió conmigo el resto de la tarde, de la noche, de los días, semanas, sigue aquí...

Cada día es diferente, unos días su luz fuerte me despierta, me recuerda que está ahí; otros se apaga, me reclama esa indiferencia de la que le dije haberla salvado. Se encuentra una pared, sin embargo sabe que para ella, para esa ilusión en especial, hay paso siempre; no hay pared que la detenga, ni oscuridad que la apague por más que la rodee.

Me acostumbro a su compañía, a sus saltos, a que de vueltas y se aparezca en el momento menos esperado, a que me recuerde que tiene para mí y a que me cuente historias de lo que podría ser de nosotros, de los 3, porque no desaparecerá la ilusión.

09 marzo, 2006

Cosechando culpas

Es de todos los años, cada vez que empieza el semestre con cada clase comienzo a recoger culpas y cosecharlas, guardarlas con cuidado, para que estén siempre presentes; tengo unas ganas de venderlas desde ya (como mencionaba Humo que hace Don Gui), desgraciadamente para algo sirven.

Entonces en la primera semana me dan unas hojitas fotocopiadas y engrapadas donde me presentan como serán mis culpas, con fechas, porcentajes y una descripción de las mismas, me dicen si serán grandes o pequeñas, si me olvidaré de ellas pronto o hasta julio, si me toca cargarlas sola o con otros sembradores de culpas.

¿Por qué son culpas?... Porque de ahora en adelante todo el tiempo que no esté dedicado a ellas me harán sentir culpable. Si duermo de más me siento culpable porque debería estar estudiando, si salgo con alguien debería estar haciendo el proyecto, si estoy en uno de los tantos conciertos debería estar dejando constancia que es parte de las 20 horas de investigación para descubrir si mis ideas son o no buenas; en fin, todo se vuelve culpa.

Una culpa es una falta más o menos grave que se comete voluntariamente, y dirán entonces que culpas son todas las otras cosas que me vaya a atrever a hacer, a sabiendas de que tengo que dedicarme a lo que me plantean hojitas llenas de letras en blanco con fechas límite. Pero no, porque mi vida se convertiría en una culpa constante, y yo no le veo nada de grave a dormir, comer, leer un libro que no tenga que ver con cosas que poco entiendo o a pasar tiempo con la gente que quiero... entonces culpas se vuelven esas, que me roban el tiempo que disfruto.

No queda de otra que seguir recogiendo culpas, cosechándolas y manejándolas de forma que no me terminen aplastando al ser gigantes.

06 marzo, 2006

Danza de un lápiz

En un momento me doy cuenta que el lápiz me mira desafiante desde la mesa de noche, no me queda de otra, voy a caer rendida a sus pies. Me recuerda sutilmente el por qué de su espacio, está ubicado en el lugar inmediato, en donde el fin primordial es estar a mano en cualquier rato de extrañas ideas por ser garabateadas.

Entonces lo sostengo delicadamente, como pidiendo perdón poco a poco, me vuelvo a acostumbrar a su textura y mis dedos van olvidando la sensación del teclado. Pero el lápiz no se rinde de inmediato, tengo que mantenerlo cerca; abro el cuaderno y lentamente lo hago dejar su esencia sobre una hoja, en ese momento cae rendido a mis pies, y danza sobre la superficie lisa y blanca, hace líneas y sombras... se siente esencial de nuevo.

Luego del garabato final que deja marcado un número, que hace meses termina en 06, lo dejo por un rato en la mano, mientras termina su baile interno; luego queda reposando en el mismo lugar, cerca de mí, en la mesa, pero esta vez tiene una mirada cómplice, ya no me desafía más.

02 marzo, 2006

Correr

Se ve tanta gente apurada, dirigiéndose hacia algo que los llama, tal vez sin saber por qué y manejan sus carros, montan en buses y caminan sin pararse a preguntar el motivo de dirigirse hacia allá.

Sólo sienten que algo los jala, porque se sienten atraídos hacia algo que probablemente no entienden y los hace moverse, como máquinas, sin preguntarse por qué corren, por qué manejan, por qué gritan, por qué siguen viviendo una vida tan acelerada, que en muchos casos no demuestra ir hacia ningún lado.

A menos de que detengan su viaje, se planteen una razón para seguir avanzando y al tener la razón tal vez dejará de tener sentido el correr, el manejar, el gritar tratando de tragarse y devorar el tiempo.

Tal vez con una razón se puedan sentar a observar como todo transcurre sin saber muy bien a donde llegar.